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El presente texto es un primer borrador de algunas entrevistas realizadas a coreógrafos/as valencianas durante el mes de diciembre de 2022 en la Sala la Pilona del teatre El Musical TEM. Plaça del Rosari, 3, de Valencia. 

En la actualidad se está trabajando en la edición y en la configuración global del texto.

 

Entrevista a Ángela Verdugo ( 1979, Valencia).

 

¿Dónde te has formado?

Pues principalmente aquí, pero luego me hice bastantes escapadas a Barcelona, Girona, donde estaba L´animal a l´esquena, que siguen allí. Una escapadita a Holanda también para cosas de contact, flying low y cosas de estas. Pero generalmente en Valencia; bueno, Valencia y Barcelona lo que más.

¿En el Conservatorio?

Claro, yo es que empecé con el clásico. La carrera de clásico la hice en el Conservatorio, pero cuando permitían formarse por libre. Iba a academias y luego me presentaba a los exámenes. Luego hice el Superior cuando salió. En aquella época eran los siete años y fue en el Superior de Valencia. También hice unos módulos que eran para convalidar la carrera antigua porque nos decían que haciendo unos créditos nos convalidaban el título y eso es lo que hice.

 

Y tu carrera profesional, ¿dónde la has desarrollado?

Principalmente en Valencia porque salir…Yo no sé cual es el secreto pero, a mí, me resulta muy difícil. Algún bolo he hecho fuera, pero casi todo en Comunidad Valenciana.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria profesional?

Pues a ver que piense…, creo que por ahora tres. Este que estamos preparando sería el cuarto.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada, es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas del movimiento, de la danza?

No, yo creo que cuando empiezas a pensar la pieza, en mi cabeza, aparece ya si es solo o no lo es. Entonces estos tres y este futuro cuarto, desde el principio, desde la conceptualización, ya fueron solos. Ya fuera por un enfoque a nivel dramatúrgico, es decir, no quiero meterme con más gente porque no es una cuestión de composición espacial con otros cuerpos o porque también me he dado cuenta que el formato solo me permite mucho más profundizar tanto a nivel de movimiento como a nivel de desarrollo. Y me he enganchado a eso, es un placer.

 

¿Qué duraciones suelen tener tus solos?

Pues entre cuarenta y cinco minutos y una hora y diez minutos. Me hes difícil pasar de eso, es que sostener más de una hora sola en escena, es potente.

 

¿Sueles apoyarte en algún o algunos elementos en tus solos?

Sí, de hecho…Con el primer solo de la Trilogía, con Anormal, sí que es verdad que dimos un tiempo muy amplio antes para construir toda una base textual. Y me di cuenta que a la hora de meterme yo a buscar material físico y qué sonido acompañaba, cómo complementar todo eso, me facilitaba mucho el trabajo. Entonces, eso lo he intentado mantener. En la segunda pieza no fue posible por tiempos de producción, pero para esta tercera estoy intentando que vuelva a ser lo mismo, tener una base textual primero y construir todo sobre eso.

 

¿Cómo organizas y gestionas tu energía en el solo?

Pues depende de la pieza. A mí, me gusta hacerme como una especie de dibujo que sería como el electrocardiograma del solo. Entonces, cuando lo veo completo me ayuda a distribuir la energía. Al hacer esa distribución sé si tengo que entrar fuerte y luego necesito una bajada gradual. Pues eso, viendo el panorama general sé cómo graduármela.

¿Y esa imagen te viene antes o durante el proceso?

Viene muy marcada por cómo entras. Me acuerdo que en la primera pieza de la trilogía, en Anormal, la primera escena era de desgaste. Jugaba a soltar toda la energía. Entonces, eso marcaba un poco que tenía que haber una bajada y luego ya podías hacer otra distribución. Suele venir en el proceso, pero marca mucho la primera escena, lo que provoca energéticamente la primera escena.

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo en tus solos si lo hay?

El gesto político…Pues a mí me gusta…Utilizamos mucho el recurso de lo punk, pero en una entrevista que me hizo Santi Ribelles me decía: “¿Porqué hablas tanto de lo punk si tu no eres punk?” Y yo le decía: “Bueno, yo he sido punk en su momento, pero sí que es verdad que ya no estoy ahí”. Pero lo que me interesa de ese gesto punk, que puede ser entendido como político, es ese cuestionamiento constante de las cosas que asumimos como verdades. Creo que eso es muy necesario y, así para crear, me sitúo ahí o no fluyo. Entonces, es como una base de posicionamiento político ese cuestionamiento punk. El postpunk me gusta más ahora que es más amable.

 

¿Cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?, ¿cuánto tiempo le dedicas?

Pues ahí… Antes era muy fija, tenía siempre una manera de entrar pero con el tiempo…La maternidad me marcó mucho. A veces llegaba muy cansada del estudio, entonces dependo mucho de cómo esté el cuerpo cada día. Igual hay un día que es tumbarme en el suelo y respirar, dejarme caer del todo y de ahí remontar o al contrario, entrar por aeróbicos e ir de eso a lo más amable. Varía mucho dependiendo del estar del cuerpo.

¿Y cuánto tiempo le dedicas al calentamiento?

Pues mínimo tres cuartos, también para desenchufar la cabeza del afuera y meterte en otra cosa, ¿no? Es una cosa de cabeza y cuerpo.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos cuando estás trabajando en un solo? 

¿Cuando estoy en el proceso? Pues ahí es que yo soy lenta, mínimo cuatro horas, de cuatro a seis horas de sesión.

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesada por otros cuerpos, por otras voces?

Sí, de hecho es una imagen que me sirve mucho, ya sea por un tema que utilice o por algo que sale en el texto que remite a una persona equis. Quieras o no se te crea una imagen en la cabeza o a mí me sirve crearme la imagen en la cabeza y eso te da también una fisicidad.

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Claro, de hecho, cuando me dijiste de hablar de solos… Yo es que aunque sé que se me ve sola en escena, nunca son solos, ¿no? Porque lo escénico sabemos que es un poco coral, a no ser que te hagas un do it yourself com deu mana i t´ho faces tu tot, pero…Sí que es verdad que siempre está Joan Mei en sonido, Carlos Molina en iluminación, Xavi Puchades en dramaturgia y coescribiendo conmigo y Rocío Pérez como mirada externa. Ellos son los fijos que tienen esa cosa que, al final pues como que, yo necesito para sentirme arropada. Y sabes que te entiendes a nivel humano y a nivel artístico. Entonces, ¿dónde esta cada uno? Pues como tengo esa necesidad, o he descubierto esa manera que me funciona, de construir el texto antes, pues con Xavi empiezo muchos meses antes. Desde que tengo el tema claro en la cabeza, empezamos a intercambiar libros, referencias de películas, empezamos a intoxicarnos los dos y yo empiezo a escribir y ya empiezo a mandarle cosas a él. Eso empieza incluso un año antes. Luego el que suele entrar después es Joan, empiezo a mandarle ideas o tipos de sonido o tipos de viaje sonoro, contrastes, cosas así y él empieza ya a fabricar. Y Carlos, lo hablé con él porque la iluminación siempre suele entrar en la última etapa y, a mí me sabe mal, porque Carlos también tiene estos procesos lentos creativos. Entonces yo le pregunté: “¿Cuándo quieres que empiece a mancharte?” Y él me dijo: “Desde el principio, yo cuando pueda lo veo y voy haciendo”. Entonces, todas esas cosas que vamos haciendo entre Xavi, Joan y yo meses antes, lo voy agrupando y se lo voy mandando a Carlos. Así que, de alguna manera, está enchufado antes aunque entra cuando estamos en fase de estudio. Sí que es verdad que en este proceso, por ejemplo, lo estamos intentado cambiar y lo estamos incluyendo también en todo ese rebote de información y en toda la conceptualización porque…También yo intento retrasar su entrada porque quiero poder soportarla económicamente y tengo siempre esa lucha. Sé que él quiere estar antes, pero yo le quiero soportar económicamente. Entonces ahí hay siempre un tira y afloja que no tiene una fecha definida y que siempre depende de muchas cosas.

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente sola a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Mucho, se nota muchísimo. De hecho, para buscar las maneras de mover de cada parte de la pieza ahí sí que les pido estar sola o igual estamos una semana trabajando juntos y les digo:

“Ahora me dejáis una semana a mí sola para digerir todo esto y ver posibles maneras, posibles canales o poder volver a ofrecer algo”. A veces salen cosas con ellos, pero me hes mucho más sencillo hacerlo sola.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

Es que los tiempos, muchas veces, son por cuestiones ajenas a nosotras, ¿no? A cómo querríamos hacerlo pero…También  te tienes que colocar en un lugar distinto si es un solo o, por lo menos, yo me coloco en un lugar distinto si es un solo o hay más personas accionando en escena. Si hay más personas en escena y eres tú quien diriges tienes que estar más pendiente de los otros, entonces la distribución temporal es diferente, necesito más tiempo. En cambio, cuando estoy yo sola necesito permitirme más tiempo también. Yo creo que curiosamente necesito más tiempo cuando es un solo que cuando es con más gente, aunque debería ser al revés.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido éstas?

Pues lo de las subvenciones yo es que empecé a solicitar subvenciones en el año 2009 y recibí hasta el 2011. Pero en 2011 vino esta crisis tan bestia y a nivel económico peté. Tuve que asumir un préstamo y dije: “Vamos, no quiero saber nada de subvenciones ni nada”. Entonces no volví a pedir subvenciones hasta este año. Las piezas anteriores las he ido soportando económicamente, mínimamente, con convocatorias de residencias o becas o cosas así; por eso también lo fraccionado del proceso. También he acabado encontrando la gracia al fraccionamiento del proceso. Pero esta vez quiero volver a tener ese tiempo dilatado y, por eso, he vuelto a optar a subvenciones, para esta pieza sí. 

¿Y las residencias artísticas qué condiciones han tenido?

Pues depende de la residencia. Por ejemplo, la última que hemos hecho fue en Magalia y las condiciones económicas estaban muy bien porque la propia red de teatros alternativos contrataba al equipo a nivel individual. Entonces, te olvidas de toda cuestión de producción y, eso, es un placer. Pero esto es una rara avis, ¿no? Ese tipo de condiciones en residencias. En las otras que he tenido, lo que hacía era llevar yo lo más gordo y decir a los colaboradores que viniesen de manera puntual para poder soportarlo económicamente.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Pues todos se han estrenado en espacios independientes. Espacios institucionales, cuando me ha sido posible acceder a ellos, ha sido por festival o por convocatoria de un festival, pero a ese tipo de lugar por ahora no he ido con un estreno. También es que me parece un poco violento meter un estreno en un contexto tan bestia. Me parece más amable para las piezas pasar por otro tipo de lugares más amables y que si llegan ahí sea cuando ya estén más asentados. Porque las piezas haciéndolas es cuando acaban de asentarse.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás sola en escena a cuando estás acompañada por otros/as intérpretes?

Muchísimo, para mí es muy, muy diferente. Cuando sabes que hay más personas en escena, es compartido el hacer, digamos que también tienes que compartir la presencia y el foco. Entonces ahí tienes más opción de descanso. Eres como una pieza dentro de un engranaje que, también, es muy placentero, esa sensación de orquesta. El solo necesita de esa presencia alterada o más fuerte, constante pero a la vez es una introspección más alta. Es raro porque es como un afuera y un adentro más fuerte, ¿no? Más fuerte hacia los dos lados. En el trabajo de grupo, para mí, la sensación es más como desde ti hacia fuera. Y en determinados momentos y a nivel energético es muy distinto.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el o la  intérprete es diferente cuando es un solo a cuando es una pieza de grupo?

Sí, de hecho cada vez me gusta más ver solos porque es como una contra a lo que nos pasa en el afuera. Vamos todo el rato corriendo, de pronto si solo hay una cosa a la que mirar y atender en escena me relaja muchísimo. Puedes profundizar en lo que te está hablando, haciendo, proponiendo esa persona, ¿no? Que es una de las grandes carencias que tenemos afuera. Yo, cada vez, tengo más necesidad de eso. Lo más coral, cada vez, me interesa menos. Cada vez lo íntimo me interesa más.

 

¿Cuál es el motivo o los motivos por los que haces y has hecho solos?

Pues el primero fue por precariedad pura y dura, dije: “Yo me lo guiso, yo me lo como, yo me lo hago todo”. Pero son como esas cosas en que llegas a un lugar sin querer y descubres que hay algo interesante y hay un disfrute y una posibilidad de cosas que no tienes de otra manera. El siguiente que fue Anormal ahí ya fue totalmente buscado y…Me produce mucho placer saber que vas por escena activando mecanismos de lo que sea y vas creando un paisaje. Para mí, he descubierto ahí una formula que creo que no voy a dejar, me siento muy cómoda y muy a gusto.

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Entrevista a Paula Romero (Valencia 1991).

 

¿Dónde te has formado?

En el Conservatorio Profesional de Danza de Valencia y en el Conservatorio Superior de Danza de Valencia. También, entre uno y otro, estuve haciendo un programa de estudios para profesionales con la compañía Zapaladanza de Sicilia. Estos son los tres puntos potentes de formación a parte de la formación a través de workshops y talleres de manera informal.

 

¿Dónde has desarrollado tu carrera profesional?

Básicamente en Valencia y muy incipientemente, al principio, tuve un par de experiencias en Italia, en Sicilia con un par de compañías. Fueron un par de proyectos que salieron y que, por circunstancias del propio ecosistema del lugar, se estrenaron y se quedaron ahí. Luego regresé y, básicamente, lo he hecho todo en Valencia.

 

¿Cuántos solos has hecho?

Dos solos de puertas para fuera y de puertas para dentro son tres. El primer solo fue para Migrats y, con esta cosa de hacer un solo no, me sentía muy cómoda así que acabé compartiendo espacio con un amigo que es músico. Meses después nos volvieron a invitar para una reposición y decidimos los dos que era el mismo solo pero que lo íbamos a cambiar todo. Realmente eran los mismos materiales, el mismo nombre, el mismo lugar, el espacio Inestable, pero la pieza era otra. Fue como reconfigurar el dispositivo para seguir probando otras cosas. Entonces nos gusta pensar que, en realidad, hicimos dos solos. Bueno, sigue siendo el mismo trabajo, pero reprobamos cosas, seguimos buscando.

El primer solo lo titulamos Entrar al buit, con esta idea de entrar al vacío. Para mí, era complejo verme entrar sola entre comillas porque siempre aprovecho para invitar y compartirlo con otra compañera o compañero. Seguía siendo muy complejo estar en el espacio sola porque, a nivel de movimiento, estaba sola y partí de la idea del espacio vacío y de la imagen que percibimos como público antes de empezar una pieza. Para mí, partía de esa imagen de oscuro total y la idea era ir abriendo espacios a través del dialogo entre la luz, el sonido y el cuerpo; en cómo generar desde ahí un diálogo.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada?, ¿es el solo el que te lleva a trabajar un tema, una atmósfera? O ¿lo usas para experimentar cuestiones físicas de la danza?

Es curioso porque…Igual no te estoy contestando, pero voy a divagar un poco para ver si encuentro la respuesta. Para mí, el tema del solo es algo superincipiente y que me ha llegado de una manera muy casual porque le he tenido siempre mucho pánico y fueron invitaciones siempre. La de Migrats fue una invitación y este último, que estrené en octubre, fue una invitación también de la programación expandida de Dansa València. En ambos casos, los he aprovechado primero para enfrentarme a un miedo que es esa soledad. Y segundo, para poner en valor algo que creo que es lo más básico de la danza: cuerpo, espacio y tiempo. E intentar atender a esa invitación poniendo el foco en quien me invita y, por lo tanto, dónde y qué ya hay en ese espacio que yo puedo habitar con el cuerpo. No sé si me estoy explicando o es muy abstracto. O sea, en el primer caso, Migrats, festival de piezas cortas, espacio escénico y caja italiana pues me da esa primera imagen de espacio vacío. En el segundo caso era el museo de Bellas Artes, nada que ver con un espacio escénico. Allí me hice un buen trabajo de paseos por el museo para entender cómo era el espacio. ¿Qué significa estar en un museo?, ¿qué recorridos hay? Entonces, creo que lo aprovecho mucho para poner el cuerpo en relación con el espacio.

 

¿Qué duraciones tienen tus solos?

Este último treinta minutos y el anterior unos veinticinco o treinta minutos.

 

¿Sueles apoyarte en algún o algunos elementos en tus solos?

Siempre hay una pretensión de querer quedarme en el cuerpo y en el espacio y ya y, eso, me dispara a otros lugares. Esta última vez, aparecieron materiales muy vinculados a las imágenes que el museo te ofrece. Apareció la tela como elemento que me vinculaba con las imágenes del museo y que aproveché para desaparecer. Intenté trabajar la pieza para el museo como una pieza recorrido. También intenté respetar que estábamos en un museo y no en un teatro y generar un espacio para espectadores visitantes y no para espectadores que llegan a un lugar, se sientan y ya está. Para eso, tuve que decidir un recorrido y, en el recorrido, me di cuenta que los cuadros estaban ordenados en orden cronológico. Eso atiende a unas épocas, una manera de pintar, a una temática. Pasábamos de la planta baja donde todo era religioso y con la presencia del cuerpo, a la primera planta donde ya entramos en impresionismo y donde desaparecen los cuerpos. Y ahí solo tenía deseos de desaparecer: “¿Qué hago yo generando movimiento que aunque sea abstracto hay una lectura directa con las imágenes de la sala?” 

Yo estaba trabajando con una compañera que viene de la ilustración de Bellas Artes y lo primero que hicimos fue recorrer el museo muchas veces. No éramos expertas en la materia y decidimos trabajar desde un lugar muy simple como: “¿Qué vemos, qué nos interesa o atrae?”

Empezamos a abstraer cosas muy simples que unían los discursos, tanto el suyo como ilustradora como el mío con el movimiento, y de ahí vinieron los materiales.

Yo, lo único que tenía claro en ese solo era que los espectadores que viniesen se llevasen algo físico. Estábamos en un lugar donde habían cosas físicas y la danza se caracteriza por ser efímera. Había algo que me atraía mucho en el hecho que viniesen a ver una pieza de danza, pero que se llevasen algo físico y, por eso, contacté con la ilustradora. Nos dimos cuenta que no sabíamos de dónde partir. Y apareció el tema de los colores y, éstos, me llevaron a la manta térmica dorada hiperutilizada en artes escénicas. Fui a comprar una manta térmica y cogí unas telas rojas de casa. Pero después decidí esconder la manta térmica y, entonces, apareció el sonido y ahí pensamos: “Claro, es que hay que sonorizar las salas”. La manta térmica, debajo de un mono que llevaba puesto, hacía un sonido que te remitía al agua, al plástico, a un crujir o rugir dependiendo de la cualidad del movimiento. Entonces lo vi claro: "Esto consiste en generar sonido con el movimiento y el sonido sonoriza los cuadros”. Llegar a esto me costó mucho, estuve muy perdida, no sé cuanto tiempo estuve dando vueltas. Quiero decir con todo esto que llego al qué del solo a través de prueba error y de intuición y hablando mucho con la persona que me acompaña.

 

¿Cómo organizas y gestionas tu energía en el solo?

Mmmmmm… ¿Una vez esta hecho y está construida la pieza y has de pasar por ahí o en el proceso? Porque en el proceso lo llevo muy mal. En el proceso no he aprendido todavía a entender qué momentos son momentos de estar perdida y no pasa nada, qué momentos hay que apretar porque es esa la dirección y tienes que confiar y requiere de más energía para concretar…No he aprendido todavía y lo paso realmente mal. Identifico momentos de derroche de energía cuando sabes que estás buscando algo pero no hay manera de encontrarlo, igual está ya ahí pero no lo sabes ver. Esos momentos para mí son terribles, supongo que con la experiencia encontraré la manera de ser más hábil para entender cuál es la dirección. Por el momento, genero muchos posibles y eso me hace derrochar mucha energía. Se convierte todo en una nube de posibles que me imposibilitan ver cuál es la dirección. Sin embargo, la gestión de la energía a nivel físico en la pieza, me hes mucho más fácil de gestionar.

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo en tus solos si lo hay?

Guau…Esta pregunta es un poco…Pues mira, igual soy un poco engreída y me voy a atrever a decir algo de lo que después me arrepiento. Creo que está en el hecho de ser muy honesta con el contexto y, de hecho, creo que estoy descubriendo que mi sitio quizás…Porque a mí me preocupa mucho no tener linea, ¿sabes? Porque todo el mundo tiene una linea de investigación o de maneras de hacer, ¿no? Porque digo: “¿Y yo qué hago?” Y es el site specific. Es ser muy honesta con dónde estoy, qué contexto, y qué puedo hacer con eso. Y creo que es un gesto político.

 

¿Cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?, ¿cuánto tiempo le dedicas?

Sí, vale, depende del proyecto y del proceso. En este último empezaba haciendo clases de yoga de unos treinta minutos del youtube. Después, hacía de diez a quince minutos de impro con musicones. También escribía entre una cosa y otra porque quería dejar registro para mí misma. Escribía lo que iba haciendo para ver cómo iba cambiando el entrenamiento. De hecho cambió, si al principio del proceso me tomaba treinta minutos de yoga, quince minutos de impro y quince minutos para revisar la web del museo, mirar imágenes y revisar conversaciones con mi compañera Isa, después se fue invirtiendo. Es muy curioso porque, en el solo anterior, en Entrar al buit, el propio espacio de ensayos me obligaba a no tener un buen calentamiento. Fue en Nucli que era una casa de huerta, un espacio muy pequeño, no acondicionado para el cuerpo y muy frio y húmedo. Así que me buscaba la vida para calentar y movilizar y me dedicaba más a calentar con los objetos de Martí, mi compañero músico. Eso fue un problema y aprendí mucho en no dejar atrás toda esa parte del cuerpo. Suelo asociar según piezas listas de reproducción. 

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos y cuánto tiempo cada sesión? 

Pues en el tiempo iba a decir que dos meses, pero no es muy real porque en el momento en que te proponen o sabes que vas a hacer algo ya estás. Es que me da rabia porque parece que, si una no se mete en la sala o no se pone a estudiar codo sobre la mesa, no está haciendo nada. Creo que hay unos espacios “entre” que tienen que ver con conversaciones con gente, con cosas que ves y que ocurren y que vas registrando y que tiene que ver con ese conocimiento que te da la danza que es otro tipo de conocimiento que se activa en el momento en que te hacen la propuesta. Y luego, unos dos meses es lo que suelo ponerme, es muy poco. Y las sesiones… Más de tres horas no aguanto.

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesada por otros cuerpos, por otras voces?

Sí, porque para el del museo estuve escuchando una conferencia de Victoria Perez Royo y se me quedó grabado un concepto que utilizó, el de cuerpo medium. Para mí fue el primer imput para empezar a mirar esculturas, cuadros, objetos del museo como un archivo que podía corporeizar. 

En el caso de Entrar al buit mi fin era desaparecer, yo quería desaparecer. Venía de hacer mi TFT que lo titulé Desaparición del sujeto a través de la técnica wushu, la técnica del kungfu, para huir de mí misma. Claro, desaparecer como sujeto en pro de ser un canal en el sentido de ser un material más en escena.

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Solemos ser dos porque soy un caos. Me cuesta mucho comunicarme, necesito mucho comunicarme con las personas con las que trabajo y necesito pensar en voz alta. Y por una cuestión de precariedad no cuento con más gente. Somos dos el equipo que conforma el solo. El solo que no es un solo. Pero está siempre atravesado por toda la gente que me rodea porque hablo con todo el mundo sobre lo que estoy haciendo.

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente sola a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Sí, te pone en otro lugar. Sí, tengo que mostrar algo porque tu compañero ha venido para ver algo, ¿no? No valen esos espacios, que quizás sola te permites, de desidia o de hastío de una misma. Yo creo que me coloco en un lugar más generoso de compartir y hasta de menos prejuicio hacia mí misma. Y cuando estoy sola, se convierte en algo muy duro porque aparece mucho el juicio, el aburrimiento de mí misma, el cansancio y hastío.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

Yo creo que en horas materiales quizás son menos, pero el tiempo que me tomo es mayor porque la búsqueda es más profunda. Quizás porque la comunicación con el otro tiene que llegar a un acuerdo, a una forma reconocible fuera para que lleguemos a un punto en común. Yo creo que estamos muy entrenadas para rápidamente encontrar el acuerdo o desacuerdo. Ese punto en común que nos va a ayudar a construir. De alguna manera en colectivo ya hay unos límites porque el marco lo construimos entre todas pero sola…Por eso creo que pongo tanta atención en el contexto y el espacio, porque me da los límites.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido éstas?

No, estoy muy acostumbrada a trabajar desde la autogestión y en espacios no demasiado acondicionados pero que me facilitan la autogestión. Me dan mucho miedo las subvenciones.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

En el festival Migrats en el espacio Inestable y en el contexto de Dansa València en el museo de Bellas Artes.

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¿Experimentas alguna diferencia cuando estás sola en escena a cuando estás acompañada por otros intérpretes?

Sí y creo que es en términos de responsabilidad temporal. Responsabilidad en los tiempos que le das a las cosas porque creo que cuando estoy sola aparece la prisa. Creo que estoy en una posición, todavía inmadura, en la que no controlo los tiempos performativos en cuanto a cómo sostener y habitar un lugar sola. Y creo que ahí aparecen las grietas más personales, tiene que ver con el tiempo, con no saber sostener todavía ese lugar de solo. Y cuando estoy con otras personas algo se me activa y me veo muy capaz de saber si nos estamos pasando o no, si estamos en el lugar que toca.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el bailarín/bailarina es diferente cuando es un solo a cuando hay más de un intérprete en escena?, ¿como espectadora qué diferencias experimentas?

Yo creo que se activan espacios diferentes de una misma. Quizás en una pieza grupal se me activa algo con toda esa experiencia como bailarina que tengo, con lo coreográfico, con la dramaturgia, con el “espectáculo” en sí. Creo que se activa algo muy coreográfico en el sentido de cuerpos en el espacio ejecutando una partitura. Y cuando estás viendo un solo hay algo empático, más sensible. Creo que tiene que ver con acercarse más al mundo de esa persona y lo que propone.

También la mirada cambia. La mirada va cambiando de una persona a otra o la mirada se dirige a solo una persona. Entonces, la atención es otra, es como un zoom que te lleva a un lugar más sensible de querer entender al otro. Si encima conoces el recorrido de esa persona… A mí me ocurre mucho que cuando voy a ver un solo, por ejemplo en tu caso, que conecto con todo lo anterior. Hay una memoria ya, ese presente lo conecto con el pasado de mi propia experiencia como espectadora.

 

¿Cuál es el motivo o los motivos por los que has hecho solos?

Vale, voy a darte dos respuestas. Por un lado, la fácil y rápida sería: encargos. Esos encargos se convierten en solos por precariedad pero también por deseo. Y la respuesta más larga y elaborada está en el futuro. Te la contesto ahora haciendo una especulación total porque, como te decía al principio, soy muy nueva en esto. He encontrado que estas experiencias de piezas cortas de solos, muy bien acompañada pero solos en cuanto a movimiento, me permiten tomarme el espacio y el tiempo para lanzarme de manera intuitiva a unos materiales y después entenderlos. Ese entendimiento a posteriori me ayuda a conocerme, no quisiera decir como bailarina porque creo que es más trasversal que todo eso, sino como creadora. Necesito hacer para después entender e ir cristalizando cosas que después vuelvo a leer y ver: “Ah vale, es que lo que a mí me interesa es eso”. Y eso es lo que me permite el solo: poder leerme y extraer cosas, intereses que no sé ver a priori de mí misma. 

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Entrevista a Lucia Jaén ( Alicante, 1989).

 

¿Dónde te has formado?

Mi formación comenzó en el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia, allí estuve dos años. Luego, como también estaba estudiando diseño gráfico al mismo tiempo y, como por horarios no podía hacer las dos cosas, me vine a Valencia a estudiar. Entonces los últimos cuatro años los acabé en el Conservatorio Profesional de Danza de Valencia. Al mismo tiempo los dos últimos años empecé el Superior de Danza. Pero antes de acabar el Superior, dos años antes, me fui a Bruselas con una mano delante y otra detrás. Sabía que allí había mucho movimiento en danza contemporánea y además era muy económico. Recuerdo que eran treinta euros una semana entera de entrenamientos. Viví allí unos 9 meses y para mí fue un periodo de formación informal. Luego perdí un poco el rumbo y me fui a Barcelona. Allí estuve cuatro años sin estudiar nada de manera institucional, pero participando de mucha actividad artístico-cultural. Allí se me abrió el frente a las Artes Vivas como concepto en Artes Escénicas. Luego también mucho taller, mucho laboratorio en espacios que para mí son vinculantes incluso a día de hoy como La Poderosa y La Caldera. Después de Barcelona me fui a vivir a Copenhague e hice dos años más en una escuela de Artes Performativas.

 

¿Dónde has desarrollado tu carrera profesional?

Pues, casualmente, sobretodo en Valencia porque nunca perdí el vínculo con la ciudad. También apareció un nuevo festival donde invitaban a gente que vivía fuera a presentar piezas cortas y esto me dio la posibilidad de ir haciendo aquí; y estuviera donde estuviese intentar buscar un lugar para poder trabajar lo que luego iba a presentar en Valencia.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria profesional?

Sobretodo han sido solos cortos: En train de reflechir, En singular, Enso, Another other. Con este último solo me dieron una residencia para hacerlo pieza larga y se llamó Genealogía del deseo.

 

¿Usas el solo para trabajar una temática concreta o es el solo el que te lleva a trabajar la temática, una atmósfera o cuestiones físicas de la danza?, ¿ es el solo el que te lleva a…o parte de él?

Me encanta esta pregunta. Resulta que el primer solo fue mezclar improvisación entre danza y música en directo. No había ningún concepto detrás, además era en el espacio público. El segundo solo era sobre la identidad, pero la identidad como artista, en danza o a través del cuerpo como algo mucho menos definido. Hubo un tiempo en que me decía: “Pues voy a encontrar una temática que me interese para crear desde ahí”, pero no podía. Creo que no podía porque eso me lleva a crear unas narrativas que no me interesan; que me llevan a un tiempo muy lineal, a imágenes que ya conozco y que mi manera de hacer no sabe cómo transgredir eso para que se despliegue algo más interesante. Entonces, siempre ha habido algo muy conceptual o muy abstracto a la hora de contarlo o de verlo pero que, para mí, era muy claro porque era el cuerpo en búsqueda. Me ha costado mucho siempre poner temáticas. De hecho, la última pieza,  que era larga, no tenía una temática en sí. El título quiere subrayar el motor de esa creación y porqué la coreografía se monta así. O sea, no pensé: “Quiero hacer algo sobre el deseo”, sino que apareció. Lo que me suele pasar es que me interesa algo que aparece a partir del cuerpo y de ponerlo en ciertas situaciones y eso, como lo voy combinando con lecturas, con charlas o cosas que van pasando a mi alrededor, pues de repente se vincula. No es tan plano pero sí, yo diría que la temática me cuesta.

 

¿Qué duraciones suelen tener tus solos?

Pues la mayoría han sido piezas cortas porque también son una invitación. Entonces estaban entre 10-15 minutos. Y la última aproximadamente 55 minutos.

 

¿Sueles apoyarte en algún elemento concreto?

Creo que sí, pero no sé si soy tan consciente. Siempre había algo, quizás la música tiene más prioridad o imágenes visuales que de alguna manera quieren acompañar lo que está pasando. Pero últimamente, por lo que sea, hay algo de texto. No narrativo, sino de la palabra. La palabra ha empezado a vincularse con el cuerpo y es algo que me apetece; seguir generando ese tipo de relaciones ambiguas. Siento como si la palabra le hace algo a mi lenguaje de danza. Esto me viene desde que hice el master porque había mucho texto, mucho de leer. Que yo ya lo había hecho anteriormente pero a unos ritmos más vitales, más orgánicos. Pero cuando estudias, eso te viene. Tampoco era en mi lengua, era en ingles, entonces tampoco me atraviesa de la misma manera. Había algo conflictivo, yo me quiero mover pero tengo todos estos pensamientos que además me vienen de fuera y no sé cómo reorganizarlos. Y en esas estoy, con el lenguaje, con la palabra y con la danza.

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo si lo tiene?

Creo que aunque haya hecho estos pequeños solos, la madurez de mi trabajo, en el sentido de cuando yo empiezo a entender lo que hago es más actual. Pero bueno, es una pregunta complicada. Yo me cuestiono eso a mí. Sí, hay una base donde hay discurso político que se está movilizando pero no hay una intención de plasmarlo explícitamente. Entonces claro, es muy cuestionable si eso está o no está. Que eso a mí me mueve, sí, pero no diría que inicio el movimiento desde una base política entendiendo que el pensamiento es política. Existe una confianza en que al final se contextualiza. Y en ese contextualizar lo que estás haciendo, hay un posicionamiento. Entonces, ya de por sí es político. No por quitarme responsabilidad sino porque creo que sí que… Es decir, cuando lees algo y no lees otra cosa, ahí estás dirigiendo tu discurso. Mi discurso cobra sentido porque hay otras teorías que, a mi entender, lo acogen o van en una linea de pensamiento parecida. Pero tengo muchos conflictos con eso porque todo el tema actual de la blanquitud…, no sé, hay algo ahí de crisis del propio discurso que no sé hasta que punto es interesante o no o qué quiero hacer con eso. Estoy en un momento de aburrimiento del “yo” ( risas).

 

¿Cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?

Vale, vamos a hablar del presente, ¿no? Porque si no…He de confesar que tengo mi pequeña tabla de abdominales y tablas para fortalecer el completo de la musculatura. Luego hay una práctica que se inspira en el body weader y que son ejercicios físicos que empiezan de manera suave tomando conciencia de donde está tu cuerpo, de cómo se siente hoy. Vas entrando en el movimiento y cada vez es más intenso y, en la parte práctica, trabaja la fortaleza, el equilibrio, la resistencia; en la otra parte es cómo sostener esa intensidad. Y luego empiezas con el movimiento libre y dejas que se despliegue. Esto es algo que suelo practicar, el problema es que cuando estoy sola tiene menos sentido. Es algo que siempre he hecho en grupo, alguna vez lo he intentado sola y al final son recortes de eso pero no es eso en sí. Cuando me estaba preparando para este último solo, hacia unas tablas de ejercicios y luego hacía una cosa que me enseñó Alicia Botía que eran cinco movimientos. Y son repeticiones de esos cinco movimientos. Creo que era una excusa para entrar en una especie de conciencia del cuerpo, ponerlo a hacer sin pensar en lo que estás haciendo. A mí lo que me equilibra cuando estoy sola, es focalizar mi energía en algo y que sea a través de poner el cuerpo en movimiento.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos?

Lo que me dejen la sala ( risas). Pues…, nunca menos de una hora. He tenido ensayos desde dos horas a todo un día. Recuerdo que cuando estuve en La Mutant, ahí estaba en el horario de La Mutant: cuatro horas por la mañana, descanso y cuatro horas por la tarde. Entonces, hay algo como muy camicace que es algo que ni siquiera depende de mí. Pero puede ser también que en ese ensayo esté una hora leyendo o que invite a alguien para hablar, para contarle. Entiendo el ensayo como algo muy amplio donde pueden pasar muchas cosas. Para mí, cuanto más dilatado mejor porque hay algo muy placentero en convivir con eso. O sea, que me acompaña en diferentes intensidades a lo largo del día y eso me gusta.

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesada por otros cuerpos, por otras voces?

De hecho, aunque me he sentido muy sola haciendo solos, nunca he sido capaz de estar sola en eso. Siempre ha habido cruces con otra persona o yo misma, incluso de ir a ver cosas o formar parte de otro tipo de eventos culturales donde voy haciendo estos saltos. De hecho, el último solo tiene una parte donde, explícitamente, comparte cómo la voz de otras personas han influenciado el solo y cómo lo crean también a través de sus discursos.

¿La pregunta cuál era? 

Si cuando estas haciendo un solo estás atravesada por otros cuerpos, otras voces.

Claro, justamente, no puedo. O sea, no percibo la posibilidad de que no sea así. Aunque es complejo decirlo, pero en mi caso no hay nada de solo solo.

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Ehhhh… A ver, por una lado he trabajado con gente de sonido o de música, que en un caso, fue una creación conjunta porque iniciamos juntas y acabamos juntas. También nos lo permitió que era una improvisación, entonces practicábamos juntas pero nos teníamos la presión de ciertas decisiones que sí que te pide una coreografía o una producción. Luego trabajé con un artista sonoro en un solo y eso fue más como que yo inicié algo y luego le invité. La temática me llevó mucho a pensar en las ondas y pensé directamente en la música o en el sonido. Y apareció…, antes de la creación del solo pero ya un poco hecho el discurso o ya yo haber direccionado, ehhh…Si soy muy abstracta me lo dices ( risas). Otras personas, pues… Por ejemplo, ya con un solo creado, invité a un diseñador de luces pero ahí fue un trabajo más complementario y muy corto en realidad. Hay algo bonito o placentero en cómo algo que parece que te pertenece, de repente involucres a otra persona. Tuvimos diálogos en relación a la temática, bueno a la temática no, en relación a la cosa que se estaba haciendo. Algo bonito es que se tomaron muchas decisiones también o previamente a ya conocer las escenas que habían desde el discurso. Bueno…Yo prefiero tiempos alargados con cualquier persona que esté. Pero también entender que a veces esto no es así y, si hay buena conexión, se puede llegar a un punto interesante conjuntamente. Otras personas que acompañan mis procesos… A veces he podido pagarlas y otras veces han sido acompañantes voluntarias. Y estas personas, a veces, aparecen una vez. Algunas están indirectamente porque a lo mejor es que hago un taller o algo y de repente tal. Pero luego, a posteriori, sí que genero el vínculo y comparto con esa persona.Y luego hay personas que por vínculo, porque son amigas vinculadas a las escénicas o al arte, es un diálogo constante. De hecho, una vez puse en la ficha artística, “consejera” porque esa persona me había estado aconsejando de principio a fin. Luego también con gente de video que, a lo mejor, no estaba vinculada directamente a la pieza, pero mi manera en esa ocasión fue hacerla parte del proceso cuando no había una estética todavía. Al hacerla parte del proceso era como hacer prácticas con la persona que viene con la cámara. Entonces, ¿cómo entrar juntas, quienes estemos, a pensar juntas lo que está pasando? Aunque al final ella sabe que va grabar un video de la pieza pero hay más cosas previas y son otros materiales que me apetecía rescatar a través de la cámara. Sí, estas son las personas que participan en el trabajo.

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente sola a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Sí, sí. La diferencia es que estás mostrando. Entonces lo que siento es… Muchas cosas. A veces siento presión, un sobreexponerme, un salirme del trabajo porque hay otra capa que de repente se incorpora. Y en eso también hay un mostrar desde una cierta vergüenza que le está quitando peso a lo que estoy haciendo y esto me da mucha pena porque… Casi que preferiría sobreactuarlo. Que por lo menos haya cierta presencia en lo que estoy haciendo, que se vea que apuesto por eso. Mi tendencia es más a esconder lo que estoy haciendo porque como es muy frágil todavía, muy vulnerable, la inseguridad se impone por encima de todo. Pero luego, los días buenos y depende de quién esté mirando hay algo de…Que a mí me ayuda a contornear lo que estoy haciendo y siento cómo tomo decisiones con eso. Cosas que a lo mejor tenía dudas, de si…”¿Esto me está llevando a algún sitio o no?, ¿lo llevo repitiendo mucho tiempo y ya no sé si ha perdido su cualidad o lo he automatizado?, ¿a mí me gusta tanto que lo quiero poner?” Entonces, bueno, siento cuando tengo una mirada externa que me acompaña que hay algo de tomar decisiones, de contornear, que se subraya, se define. Hay un trabajo de limpieza en el buen sentido, hay cosas que se van desechando. Y no necesariamente pasa esto porque la otra persona te de su opinión, que ese es otro paso de ese encuentro, sino que es un paso previo que yo ya estoy haciendo. Hay una parte que, al mostrarlo, se define y otra que, al mostrar algo vulnerable, toca muchas cosas.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza de grupo o con más gente?

Sí, yo diría que más. Lo que pasa es que, a nivel profesional, no tengo tanta experiencia de trabajo con un grupo. En mi caso, siempre ha sido por invitación el trabajo en equipo, una invitación a meterte en el trabajo de otra persona. Entonces, le dedico el tiempo que se le solicita que se le tenga que dedicar. Sí, es verdad que hay un compromiso en el hacer que es más intenso que el compromiso en el hacer cuando estoy sola. Siento que hay algo de poner más energía, pero a nivel de tiempo es el que hay y no me lo llevo a casa. Hay algo de… Siempre va a haber otras personas sosteniéndolo. Esto suaviza un poco porque si tú necesitas dejarlo y ponerte con otra cosa, pues me lo permito más. Sola le dedico mucho más tiempo, pero la energía fluctúa mucho más. Entonces, me voy permitiendo, si en un ensayo necesito leer porque no sé cómo localizar o no me viene bien hoy poner el cuerpo, hacerlo así.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido éstas?

Los solos cortos, todos menos uno, fueron remunerados, pero solo la actuación. Luego, cómo yo me busqué la vida para ensayar, fue haciendo intercambios con las salas. Por ejemplo, encargarme de la limpieza de una sala y utilizar el estudio cuando está disponible. Luego, alguna residencia de espacios autogestionados donde te ceden el espacio, hay una muestra pero no hay una economía detrás. También, mi privilegio de ser estudiante ha sido que tenía acceso a estudio casi en cualquier momento. Luego, es más complejo porque estás todo el día tomando clases y, cuando acabas, no sé si tienes la mente como para tal. Pero bueno, estaba ese acceso y cuando he tenido que mostrar algo, lo he hecho en un tiempo más distendido y más orgánico. Una semana me ponía a saco. Luego, otra no hacía nada. Luego, lo retomaba y era muy placentero. Creo que toda bailarina tendría que tener una sala porque es como tener tu casa.

Ehhh…Vale, eso preparación a producciones. Luego me cedieron la residencia en el Festival Migrats que estaba remunerada con seis mil euros para todo y tenías dos meses de ensayo. Hasta ahí bien, de esos seis mil tienes que contemplar tu sueldo, porque tú estás todo el día con eso, y el resto para la producción o para las personas que trabajan contigo. Gestionar eso fue un caos porque era la primera vez y claro, era como…, es que hay tanta gente trabajando conmigo que ¿quién tiene más valor para pagar o no? Entonces, fue muy confuso y al final yo siempre salgo perdiendo dinero. Ya me ha pasado dos veces pero no pasa nada, hay satisfacción. Pero, por ejemplo, lo bueno de esa residencia eran las condiciones a priori, por contrato. La problemática vino porque la sala que te ofrecían, es otra sala distinta al teatro. El teatro lo tenías una semana antes de estrenar y solo para pase técnico. Ahí se generó mucha confusión porque la sala era un aula de danza. A ver, no lo digo como algo malo porque tener acceso a una sala es super rico, lo que pasa es que había algo de falta de comunicación para que tú también estuvieses tranquila con el trabajo y contextualizar lo que estabas haciendo. Tener una sala que yo no había elegido no me daba la posibilidad de imaginar el trabajo en otros lugares y claro, era como: “¿Cómo me voy a ir a la calle si tengo una sala que no se está usando?” Ya ves, me venía eso.

Mira, hay algo me ha ha pasado en el último solo que es que no consigo verlo acabado porque como mis lineas de pensamiento van cambiando, mis posicionamientos políticos, hay algo ahí que ya no debería estar. Entonces, ¿cómo cambiarlo sin cambiar la pieza? Mi posición es que voy a hacer piezas de una pieza. No sé si me interesa producir algo nuevo o producir dentro de eso que ya está. Hay algo ahí que me apetece.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Pues sobre todo en festivales pequeños, en el espacio público, en la programación regular, en estudios y una vez estrené un solo en el teatro de un barco. El evento fue muy bonito porque el barco ya tiene un movimiento, un sonido, también colocaba a la gente de otra manera.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás sola en escena a cuando estás acompañada por otros intérpretes en piezas de grupo?

A ver…A nivel performativo no, no lo siento diferente. Lo que cambia es mi nivel de alerta al cambio de algo cuando no esta en mis manos. Cuando estoy en un grupo yo sé que lo que yo haga en un lado de la escena a otra persona le está repercutiendo y viceversa; entonces, hay una escucha en otras direcciones. Creo que, cuando he estado sola, he tomado en cuenta otros elementos que no son el cuerpo de otras personas que lo pueden hacer más expansivo. De repente, soy más consciente del lugar, del espacio, cómo es de grande o pequeño, donde están sus límites. Y en grupo se focaliza más en quienes estamos ahí haciendo. Pero mi manera de estar es bastante similar, a pesar de lo que haya dicho, aunque pueda parecer contradictorio.

¿Crees que la relación entre el espectador y el bailarín/bailarina es diferente cuando es un solo a cuando hay más de un intérprete en escena?

En mi experiencia como espectadora sí. Se genera un vínculo en relación al solo que, a mi parecer, es más intimo independientemente a la temática planteada. Es más fácil viajar con un solo cuerpo que viajar con muchos a la vez. Con más cuerpos viajas más como con una situación. En el caso del solo me cuesta salirme, siento que estoy más con esa persona, siento que acompaño de una manera más activa.

 

¿Cuál es el motivo o los motivos por los que has hecho solos?

Pues… Hay algo en los inicios de precariedad, de querer hacer grupo y no poder. Cuando acabas de empezar no tienes medios, nadie te conoce y no te apoyan económicamente. Esa precariedad ha hecho que, cuando he tenido la oportunidad de hacer algo públicamente, siempre hayan sido solos. Pero también, en otras situaciones más agradables económicas, hay algo de meterte en lo tuyo. También está esa confianza que, en el solo, no estoy sola del todo. A nivel de material artístico es un trabajo mucho más rico de lo que pienso, soy o dejo de hacer. Esto en cuanto a la parte de elección de hacer el solo y, en cuanto a la parte de no elección, yo no disfruto la soledad, es algo que no elegiría. En cambio, nivel profesional, me la he encontrado y me ha descubierto otras cosas. Por ejemplo, encontrarme a mí misma tomado elecciones más racionales y detectar eso y decir: “No, no me interesa”. Y volver a empezar de otra manera. Esto ha enriquecido mucho mi manera de crear cuando me pongo en relación con otra gente y cuando la cosa se vuelve muy racional y práctica es como no, no. Entonces la pregunta era que: “¿Por qué he hecho solos?” Claro, hay algo de ponerte a hacer sin saber muy bien el motivo y hacer una lectura a posteriori. Lo que he visto después es que yo necesitaba definir un lenguaje de danza. Llega un punto en que necesitas entender cómo tu te estás relacionando con la danza en sí que es algo super amplio y empezar a generar un marco donde tú te quieres posicionar. Y a partir de ahí muchas veces habitan más los limites de eso que el propio marco. Al final, hace que en ese afuera y adentro hace que el marco no tenga un contorno tan definido, pero sí que haya un filtro de lo que sí y lo que no. Esto hace que, aunque lo haya hecho a través de un trabajo de solos, me lo lleve a mí práctica artística vinculada a otra gente y con otros haceres; incluso a la vida personal.

 

 

Entrevista a Vicent Gisbert ( Ontinyent, 1976).

 

¿Dónde te has formado?

Bueno, a ver, he tenido una formación…Realmente mi formación originaria no viene de las Artes Escénicas. Yo me formé como Diplomado en Educación Física, he estado haciendo mucho deporte y empecé la formación en danza con Gema en Botanic Espai de Dansa. De ahí, ya empecé a buscar mis maneras y mi camino. Hubo también mucho tiempo haciendo artes marciales, desde que era pequeño, luego empecé con el Kinomichi, con el que todavía continuo. Luego ya fue hacer mucho curso fuera. Estuve una temporada yendo mucho a Bruselas. Hubo un momento en que estaba muy interesado con Última vez, estaba con mucha energía y muchas ganas de eso. Luego, me fui a Berlin. Yo creo que la formación fue muy autodidacta. Todo el trabajo que he hecho en video, de video danza, es muy autodidacta. Sí que hice algún curso con, con Nuria Font. Y luego sí que es verdad que durante estos últimos años, bueno, desde hace diez o doce años lo que es la parte de formación de movimiento la estoy haciendo con Malpelo. Sí que es verdad que con ellos se ha generado una conexión a nivel de trabajo de cuerpo que me interesa mucho. Voy regularmente una o dos veces al año a hacer los cursos de Maria y Pep.

 

Y tu carrera profesional, ¿dónde la has desarrollado?

Mi carrera profesional como artista aquí en Valencia. Al principio habían unos talleres de creación que hacíamos con Gema y, para mí, fue en punto de inicio para hacer mis proyectos, vinculados en un principio al grupo de Botanic y luego ya solo. La primera pieza fue un trabajo que hice en un taller de Gema, a partir de ahí la desarrollé un poco más y la presenté en la Carme Teatre; ese fue un poco el inicio. 

Ha sido básicamente en Valencia y luego en Berlín donde viví ocho años. Sí que he estado luego por tema de cursos y presentaciones en diferentes sitios. También en Alemania estuve trabajando con diferentes colectivos; estuve trabajando para un coreógrafo en Essen, es decir, que ha estado entre Valencia y Berlín y Alemania.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria profesional?

¿Cuántos solos?, ¿solos entendidos como persona que está sola en escena o persona que crea…?

A ver, yo creo que siempre ha habido alguien, algún ojo que me ha ayudado. Una persona que me daba su opinión y su feedback para yo poder tener otra opinión. Creo que en determinados momentos es importante. Pero bastantes, a ver, es que no te sabría decir…, a ver, uno, dos, pues como cinco o seis solos. Luego, a parte, todas la piezas de video que serían como cuatro o cinco obras y que, ahí también y básicamente, quitados algunos momentos puntuales, ahí sí que eran procesos en los que yo trabajaba a solas con la edición, la música, con todo. Mucho trabajo de solo, sí.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada o es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas del movimiento, de la danza?

Yo creo que es más como una necesidad porque creo que siempre he intentado no depender de lo que son la s producciones para poder subsistir. Siempre he combinado con otro tipo de trabajo que ahora está muy vinculado a la enseñanza en danza y creo que eso ya condiciona a que sea muy complicado hacer trabajos con más gente. Por ejemplo, la ultima producción que he hecho con mucha gente ha sido muy difícil: el poner a todos de acuerdo por tema de calendarios y encontrar sitios de ensayo para tanta gente. De hecho, yo hice Panorámica un poco a conciencia y al decir: “¡Ostras, ya está bien de hacer tanto solo! Quiero trabajar con gente". Y la verdad es que ha sido muy complicado, también porque llevaba yo el tema de la gestión: pedir la ayudas y tal… Ahora, por ejemplo, he empezado un proyecto que va a ser casi seguro un solo y…Antes de hacer el proyecto estaba con la idea de: “¡Ostras no, no voy a hacer! En una temporada no voy a hacer nada…”, y me estaba dando cuenta que no quería hacer nada por todo lo que supone a nivel de producción y gestión. Entonces, claro, he vuelto un poco a eso, a simplificar. Estoy trabajando en Caterina, un espacio pequeño, tengo mi calendario de trabajo que me lo adapto a mi otro trabajo. Entonces yo creo que viene de ahí, creo que está vinculado al tema laboral o yo, al menos, lo vivo así. Mi experiencia con esta pieza, en la que he trabado con tanta gente, es que al final ves que toda la gente está un poco igual. Es decir, que la gente no se puede comprometer porque necesita de otros trabajos para poder subsistir, ¿no? Entonces eso hace que sea todo muy complejo y me genera un poco de ansiedad. Yo  sí que entiendo que le proceso de producción tiene que se algo…Uf! Que está claro que hay momentos muy difíciles y complicados aunque estés solo, pero no puede ser que todo el tema de gestión condicione tanto la investigación, la producción…No lo sé.

 

¿Qué duraciones suelen tener tus solos?

Pues tengo desde piezas más largas de cincuenta minutos: Fenster tenía cincuenta minutos y Arriba huele a campo también, sobre cincuenta y cinco. Luego, hice unas cuantas piezas cortas para Migrats. En las primeras ediciones yo todavía estaba en Alemania, allí hice dos de veinte minutos: Toxicosmos y Samsara.

 

¿Esto era porque en este Festival se programaban piezas cortas?

Sí, sí, era en Migrats que era un formato de tres autores en un mismo pase y nos pedían que fueran piezas cortas.

 

¿Sueles apoyarte en algún o algunos elementos en tus solos?

Sí, sí, utilizo bastante el video, la imagen proyectada y los objetos también. Siempre utilizo el objeto, me ayuda, y el sonido también. Lo que pasa es que hago una edición previa, no hago el sonido en directo en escena. También suelo grabar lo que estoy haciendo para luego visualizarlo en casa y, a partir de ahí, trabajar. Luego, el cuerpo y el movimiento siempre están presentes.

 

¿Cómo organizas y gestionas tu energía en el solo?

A ver…Yo creo que en la mayoría de solos que he hecho es como que hago bastante trabajo previo en casa. Creo que está condicionado por lo que te he comentado anteriormente, por la falta de recursos o por la decisión de no dedicar toda mi energía del día a día a la producción porque no puedo, no me da para vivir. Creo que eso condiciona mucho, el no tener un espacio físico de trabajo como para decir: “Tengo un local de ensayo, me voy a mi local y voy a probar todo el tiempo lo que yo quiera”. O sea, tengo que optimizar mucho el tiempo que tengo de ensayo y eso me obliga a tener que trabajar mucho desde casa. Eso lo he repetido uf!, siempre, cuando estaba en Berlín también. Allí tenía un espacio de trabajo, pero también lo compartía. Trabajo mucho con la grabación y, ese trabajo que me gustaría hacer en el estudio y estar tranquilamente probado cosas, lo hago en casa viendo. A partir de ahí voy escribiendo y preparando el siguiente ensayo, esa es un poco la manera.

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo en tus solos si lo hay?

Sí, claro. Yo creo que el gesto político es continuar haciendo lo que hago, no haberme parado por las dificultades o por la precariedad en el ámbito de la creación. En el ámbito de la creación es todo super precario, entonces el hecho de continuar haciendo para mí ya es un acto político, ¿no? Yo me acuerdo de una conversación que tuve cuando vivía en Alemania, en un viaje que hice a Francia para hacer un curso. Tuvimos un problema con un vuelo que se canceló y, los dos días que estuve en el aeropuerto, estuve con dos jugadores de vóley playa profesionales. Pero claro, era un deporte minoritario y yo les decía: “Vosotros los que estáis haciendo es un posicionamiento político. Como yo, vosotros sois minoría y estáis peleando por vuestra ilusión que es jugar a vóley y, pese a las dificultades, resistir”. Se quedaron así como: “Ay, pues sí, es verdad”. O sea, yo creo que al final todo lo que sea minoritario y que resiste a ser disuelto ya es un posicionamiento político. Luego, también me gusta trabajar en escena con cosas que no suponen mucho dinero. Me gusta el poder de transformación que tienen con muy poco, darle la vuelta y llevarlo a otro sitio. Eso para mí también es un acto político. También el hecho de no satisfacer, siendo consciente que eso igual puede generar algún tipo de molestia o desconexión con el público. También cuando sabes que la pieza, por lo tiempos que tiene, va a ser algo complicado, pues defenderlo, ¿no? Que también se hace política en el ámbito minoritario de creación escénica, luego ya cada uno tiene sus maneras de hacer.

 

Vale, vamos a pasar a los procesos, ¿cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up? Y ¿cuánto tiempo le dedicas?

En los ensayos es la preparación para ponerme a tratar las cosas que ese día he llevado preparadas. Por ejemplo, ahora estoy trabajando con unas telas super grandes y con unos focos que voy cambiando de iluminación, Esa preparación del espacio, para mi, es cómo preparo el cuerpo, el ir dejándolo todo en su sitio y, desde ahí, suelo empezar ya a mover desde el cuerpo. También es verdad que los solos que tengo son muy técnicos en cuanto a cómo manipulo, cómo me sitúo en escena, más que trabajos de mucha energía de cuerpo, de mucha exigencia de cuerpo, entonces esa preparación me sirve, me va bien. Ese preparar el espacio ya me prepara también. También es verdad que, aparte de eso llevo, un entrenamiento que en el ensayo, a lo mejor, no lo hago: son las clases que recibo de Kinomichi; para mí, son mi entrenamiento. No tengo porqué reproducir ese entrenamiento en el estudio.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos cuando estás preparando un solo? 

Pues ahora, más o menos, tres horas; dos, tres horas de estar en el estudio y las previas, ahora que estoy en proceso, un par de horas o hora y media al día de ver, escuchar, pensar, escribir. Luego, el día del ensayo sí que son tres horas en el estudio. Hay veces que me tengo que separar y, ese día o en dos días, no escribo. Otros días sí que necesito llegar, ver, escribir. Depende de lo que va sucediendo porque llega un momento en que no lo controlas todo, ¿no? Y que es guay que pase eso, ¿no?

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesado por otros cuerpos, por otras voces?

Sí, yo creo que sí porque al final también hay una resonancia. Para mí, hacer un solo no es estar aislado porque son muchas las resonancias que te llevas de lo que estás viendo, de lo que estás leyendo. Yo tengo muchas resonancias de mis alumnas y alumnos o de los proyectos que hago con la gente mayor, con los niños. Desde hace mucho tiempo también con la música. Me inspira muchísimo escuchar música. Entonces sí, ahí hay muchas voces. En ese sentido no lo vivo como algo aislado lo de hacer un solo. Al final son cosas que te van resonando y tú las vas poniendo en un lugar y relacionándolas.

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Pues en los últimos trabajos han habido una o dos personas más. En los últimos solos estaba Adán Hernandez, un artista de Tenerife. Él ha estado casi desde el principio y hemos trabajado siempre online. La idea ha sido, a partir de las grabaciones de los ensayos, yo le he ido mandando archivos y, de vez en cuando, he ido recibiendo un feedback. Básicamente con Adán a nivel de solo. Lo conocí porque fui a presentar una pieza al Leal.Lav cuando vivía en Berlin. Escribió un artículo sobre una de mis piezas Un, dos, tres, cuatro, seis, piezas para seis intérpretes y me enamoró lo que escribió porque habían cosas que ni yo era consciente. A partir de ahí le propuse participar como ojo externo y hemos estado muchos años trabajando juntos.

¿Y en qué momento del proceso entra como ojo externo?

 A ver…, no te sabría decir. Ha habido veces que, desde un principio, yo le iba proponiendo pero no había respuesta, entonces yo entendía que tenía que mandar más o que él no podía porque estaba con otras cosas. Ha sido algo muy flexible…Sí, pero no sé, igual más cuando tenía algo para poder compartir y decir: “Mira, va por ahí”. No desde el principio decir: “Mira estoy pensando en una pieza, ¿tú qué me propones?”. Yo siempre he ido por delante, cuando ya había una estructura y unos materiales sobre los que él podía hablar. Así que, más que al inicio, sería hacia la mitad y final del proceso.

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente solo a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Claro, sí, mucha. Ah! Pero te refieres en un mismo trabajo mío, ¿no? ¿La diferencia entre hacer un solo y hacer un solo en que esté alguien observando?

Sí, si sientes alguna diferencia entre los ensayos en los que estás completamente solo a cuando en el ensayo te está acompañando un ojo externo o alguien que forme parte del equipo.

Sí, claro, sí, porque al final hay otra presencia y, aunque tu estés con tu atención en lo que estás haciendo, siempre sabes que hay otra persona que lo está viendo. Hay una adaptación de los tiempos. Si estoy ensayando solo me puedo dejar un tiempo para probar algo y si hay otra persona es distinto, ¿no? Sí, condiciona. Por ejemplo, en el caso de Panorámica, bueno no era un solo, pero ahí era el otro extremo. Yo desde un principio quise hacer una pieza muy horizontal en la que participasen todos, en la que todas pusiesen construir. Yo hacía un trabajo de intentar mediar y que todas las propuestas tuviesen cabida. Sí, para mí era nuevo en cuanto a creación.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

Cuanto más gente, yo la experiencia que tengo es más, más…

Sigue si quieres.

No, no, me espero. No te preocupes.

No sé…

¿Se te ha quedado sin batería?

No, sí que tiene batería…Ah! Mira, ahora está parpadeando la batería.

Ah!, ¿si?…¿Tienes más…?, ¿tienes otra…?

No, pero no pasa nada. No sé, no me deja ver la pantalla.

Ah! Ya, sí, igual ahí consume más…

Pues nada, pues seguimos sin video. No pasa nada, seguimos con la grabadora.

Sí, pues mucho más trabajo con gente. Creo que es por mi manera de ser porque me gusta tener en cuenta al resto de la gente, entonces me llevo siempre mucha carga, preocupación. Me cuesta tomármelo como: “Pues si a alguien no le parece bien esto pues que se aguante”, ¿no? Luego claro, lo que hablábamos antes: todo el tema de la gestión, el adaptar calendarios, espacio, uf! Eso es lo que más me ha superado. Luego, a nivel de difusión, una pieza con más gente es super inviable poder moverla luego. También tiene ese punto en que te preguntas si tiene sentido, ¿no? Para mí es más trabajo, sí.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido éstas últimas?

Residencias artísticas sí que he tenido algunas en L´Animal a l´esquena, el espacio de Malpelo. Para los solos, en concreto, yo creo que he hecho un par allí. Y subvenciones, desde que he vuelto de Berlín he empezado a pedir subvención para investigación y para producción a emergentes. ¿Quieres que te diga más o menos la cantidad? Yo creo que en investigación para Panorámica, que fue la primera que recibí, fueron siete mil. Producción para Panorámica creo que eran dieciocho mil. Y ahora he pedido para investigación, para un proyecto que he terminado y ahora estoy en fase de empezar a producir, han sido dos mil ochocientos.

¿Para un solo?

Sí.

A parte de eso he tenido alguna residencia en Berlín, donde me cedían el espacio pero no había aportación económica. Siempre he intentado no depender excesivamente de la institución. Lo que pasa es que desde que volví me empecé a preguntar: “¿Y porque no?, ¿porqué no tener una ayuda?” Porque es un derecho, ¿no? Pero no depender porque además es inviable depender de eso. No sé si alguien lo consigue. Es una ayuda.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Pues en el ámbito de salas alternativas, Carme Teatre e Inestable aquí en Valencia. En Berlín colaboraba bastante con Dock11. En Berlín después de estrenar lo he presentado en más sitios. Luego, a nivel nacional, también he hecho los solos en más sitios. Pero lo que son estrenos, la sala donde más he estrenado solos ha sido en la Carme Teatre.

 

¿Y has girado con tus solos?

Sí, aunque no han sido giras muy largas. El solo que más he girado igual han sido en total diez bolos, por ahí andará la cosa. Claro, el solo es fácil de moverlo pero no de venderlo. También ha sido este un posicionamiento político, siempre he hecho los solos con el objetivo que me cupiese todo en una maleta. Sí que es verdad que, en ese sentido, es una ventaja; te permite poder hacerlo sin un presupuesto muy elevado. Incluso en la mayoría de solos me encargaba yo mismo de accionar una pista de audio, le daba al play y ahí empezaba a rodar todo. Me controlaba yo también las luces desde escena, todo. Siempre lo he hecho desde ese sitio para, luego, poder hacerlo realidad sin tener que depender de un gran presupuesto. Esto ha estado siempre presente y ha condicionado la manera en que he hecho las piezas. No es tanto el decir: “Es que no quiero trabajar con nadie”. A mí me encanta trabajar con gente, es el hecho de no depender. Por ejemplo, con las piezas de video al principio era eso. La primera fue en las escaleras de mi casa y la segunda en la terraza. Por entonces no tenía oportunidad de crear de otra manera porque no era sencillo. Yo salía de la nada y tenía mucha inquietud de crear: “No tengo sala pues no pasa nada, tengo una cámara, la terraza”. Yo me tomaba muy en serio lo que estaba haciendo y, es verdad que todo esto, ha ido condicionando mi manera de hacer. Quizás si hubiese venido de otra circunstancia,  de haber estudiado en el Conservatorio, pues igual como ya conoces a la gente que ha estudiado contigo, te juntas para currar y hubiese sido diferente. Pero yo salía de la nada.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás solo en escena a cuando estás acompañado por otros intérpretes?

Sí, claro, sí. Yo creo que hay más tensión cuando estás solo porque recae todo el peso en ti y cuando estás acompañado, se reparte. Además, yo ese peso lo multiplicaba por la parte que te comentaba técnica. Yo tenia que estar muy pendiente de que todo el dispositivo técnico que llevaba en escena estuviese en su lugar. Era mucha presión técnica. En Panorámica, la pieza de grupo, tienes presión pero se reparte más la responsabilidad. El foco no está todo en tu cuerpo. Es distinto, sí.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el bailarín/bailarina es diferente cuando es un solo a cuando hay más de un intérprete en escena?

Yo creo que depende de la propuesta porque puede ser un solo en el que que no necesites que nadie más esté, que no haya nada más. Lo mismo te puede pasar en una pieza de grupo: “Me ha sobrado que hubiese tanta gente, me he quedado solo con un intérprete o con algo de la pieza”. No creo que tenga tanto que ver con si es uno, dos, tres o diez, sino si al final conectas con lo que sucede en escena y si eso te atrapa. Creo que es más eso. Cuando voy a ver un solo no digo: “Ostras, un solo, a ver, uf!… O ¡qué guay una pieza de grupo!, ¡diez personas!”. Pues igual son diez personas y dices: “¡Puf, madre mía!” Yo no veo el problema. En cambio sí que he oido muchas veces en la programación de un teatro: “Es que es un solo, claro, puf, es que programar un solo". Nunca lo he entendido, nunca he entendido qué problema hay con que sea un solo, o sea: “¿Qué me quieres decir? ¿Que por el hecho de que sea un solo va a ser más complicado llenarte el teatro porque te tengo yo que traer a toda la gente?” Igual es eso, (risas). ¿Sabes? Igual es eso, pero: "Dímelo claro y no me vendas que…”, no sé.

 

Y esta es la última pregunta para cerrar, ¿cuál es el motivo o los motivos por los que haces y has hecho solos?

Pues es una mezcla y es repetir lo que ya he dicho. Hay una parte en la que he encontrado un modo de poder crear sin que me suponga un gran problema a nivel de gestión. También por no tener un espacio o por no tener un grupo de gente en el que estemos todos disponibles durante tres meses. Yo, por ejemplo, estuve en una producción de un coreógrafo alemán allí en Alemania y estuve tres meses trabajando con él; no me tuve que preocupar en buscar otros curros porque era una producción en la que estaba bien pagado y podía estar en eso solo. Pero esa no es la realidad, así que, básicamente está este motivo de la gestión. Quizás en los inicios era por de donde venía, porque me era difícil relacionarme con gente del ámbito de las artes escénicas. Ahí había una barrera por las dos partes y que, poco a poco, me he tomado el tiempo para entenderlo y superarlo pero esto también me condicionó bastante. Quizás también con algo que tiene que ver con la energía cuando te pones a trabajar. Si es un proceso con más gente esa energía se tiene que gestionar para coincidir y cuando tú estas solo esa energía es tuya. Puedes decidir: “Pues ahora me apetece darle y ahora en estas tres semanas nada”. Igual suena algo cómodo, pero es que ya hay muchas dificultades. Creo que es importante, para resistir, tomar decisiones que, bueno…Claro que me gustaría hacer más piezas colectivas eh, pero…, no sé…Creo que va más por ahí.

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Entrevista a Norberto Llopis ( Valencia, 1977).

 

¿Dónde te has formado?

Yo tengo una formación partida. La formación artística aquí en Valencia en centros privados como Maria Carbonell, con Gema Gisbert, en el grupo Oniria teatre del teatro de Burjassot. Luego, en Barcelona, en el Institut del Teatre. Después, estuve un tiempo en Bruselas formándome en workshops de compañías de allí. Y luego hice un master en Amsterdam que se llamaba DasArts. Mientras tanto, me he ido formando en Filosofía, en la Uned. Hice el grado, luego hice el master en  Madrid y, ahora, estoy haciendo el doctorado en la Universidad de Barcelona. O sea que es una formación partida. Considero que las dos cosas al final caen en el trabajo.

 

¿Dónde has desarrollado tu carrera profesional?

Pues sobre todo…A ver, empecé… A ver, yo no hablaría de lo que hice antes de Amsterdam.  Entonces yo diría que se desarrolló allí a partir de esta formación que hice, de este máster y los años que viví allí (suena el móvil). Me he quedado por Amsterdam. Estuve trabajando primero pidiendo mis propias residencias los primeros años. Luego, en la casa de producción Het Veem hice dos producciones con ellos y me volví. Viví once años allí. Luego, fui a hacer el master de Filosofía a Madrid pero, en lugar de quedarme allí, me fui para Valencia. Y desde hace cinco años estoy produciendo trabajos aquí.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria?

Tendency…A ver, es que es un poco ambiguo porque yo he trabajado muchos solos que no son piezas escénicas. Entonces empiezo por los que eran piezas escénicas. Tendency, All things. Archeology of space object, La doble sesión, pues en realidad tres solos. Pero he hecho otras cosas que, por ejemplo… Lo que hice la semana pasada en el IVAM se podría llamar un solo. Lo que pasa es que es un solo que es una conferencia-performance. Luego está Deshuso que es esta pieza que hice en la calle con sillas. Lo que pasa es que, como no has recibido lo que es un año de producción, no lo llamas solo, lo llamas una acción. Ehhh…, ¿que más? Pues de este tipo de conferencia-performance he hecho, por lo menos, tres o cuatro en los últimos años. En ellas hay un despliegue de lecturas, de imágenes y de acciones. Se combina discurso con imagen con acción, por lo tanto, es un acto performativo que hago en solitario. Es un formato que te ayuda a llenar esa demanda que hay a veces de: “Quiero algo…, pero tengo este dinero, es una acción y tiene que ser una acción”. Entonces, acabas trabajando solo. Pero hay mas cosas que he hecho en solitario, lo que pasa es que lo llamo más performance y algunas no tienen casi ni título, como: Romper una mesa, ( que es una cosa que hice en Madrid en Y si dejamos de ser artistas) y La conferencia sobre la llave y el desodorante para bebés. Orientation era otra performance que hice con objetos e imágenes. En realidad esto lo he hecho mucho de maneras muy distintas. Yo creo que tiene que ver con mi manera de trabajar, esto de colocar o dejar caer objetos sobre el suelo.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada, es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas de la danza?

Para mí es muy diferente trabajar un solo a trabajar en grupo. Es verdad que, muchas veces, uso el solo para aclarar cuestiones físicas que todavía no tengo claras. Entonces meterse a trabajar con otra gente…, bueno, sí que se puede hacer pero hay veces que no tienes ni siquiera…, que no sabes qué decir. No sabes qué ejercicios o consignas dar. Cuando haces un solo sí que puedes permitirte ir al espacio y empezar desde el mover y ya se vera, u ordenar no en un espacio sino ordenando cosas. Eso también lo hago mucho: ordenar conceptos, ordenar objetos. Ehhh…Es una concentración distinta hacer un solo a hacer un trabajo de grupo. Ehhh…Sí, te permite investigar sin tenerlo todo claro, sin tener una dirección. Bueno, en otro caso puedes no tener una dirección pero…, de normal siempre hay una demanda, ¿no? Luego hay otros casos como en La doble sesión que lo pedía el concepto. Bueno, hubiese podido ser de otra manera.  Pero el hecho que fuera una pieza para un solista y que jugase con la idea de un evento que sucede una vez, que ademas sucede dos veces porque es la doble sesión, tiene este juego de imposibilidad del acontecimiento. Tenía esta cosa del acontecimiento único para un solista que entra, se pone bajo un foco y hace un solo. Lo que pasa es que, luego, hacía imposible este formato. O sea que sí, que había una necesidad de que fuese un solo o por lo menos me parecía que era más redondo si era un solo en La doble sesión. Y All things era para mí una…Para mí había algo de desordenar. Había hecho antes Staff que era una pieza en la que deveníamos objetos y en All things no tenía un concepto que atravesara la pieza así como… de una manera tan clara sino quiero negociar con el afecto de los objetos y cómo los objetos constituyen espacios y tiempos. Entonces era una idea tan general que dije: “No, lo que vas a hacer es meterte en un estudio con lo que ha pasado en Staff y hacer un solo en el que se compaginen todas estas…De una manera desordenada o más caótica poder trabajar sobre eso que has experimentado sin una preordenación, preconceptuacización, sino recoger de una manera más desordenada”. Sí, yo creo que los solos tienen esta cosa que puedes empezar de una manera más desordenada. Puedes empezar con un concepto sin forma, con una manera de mover sin concepto también. Puedes empezar con nociones sin, nociones sin lo otro, sin lo que lo marca como concepto o lo que lo marca como forma. Tiene esa posibilidad de dejar algo que flote y de trabajar. Cuando trabajas con otra gente esto es más difícil porque cuando propones conceptos que son muy generales pueden aparecer cosas chulas; pero si no aparecen cosas que que te gusten, porque no van en la dirección que vas buscando, entonces lo que haces es culpar a que no está claro lo que estamos haciendo. Sí, yo pienso que cuando haces un solo hay todas estas cosas que no están conceptualizadas, un trasfondo en el que trabajas a través de todos tus proyectos que para ti en cierto modo están medio claros o, sin estar claros siempre, están jugando ahí. Claro, cuando trabajas con otra gente todo esto tienes que explicitarlo. Cuando trabajas solo todo eso funciona como un background o un trasfondo que vas moviendo poco a poco, modificando…Sí, no sé…, y con los conceptos me pasa lo mismo. Cuando trabajo con performance, con conferencias performances pasa un poco lo mismo. No tienes la necesidad de venir con un orden ya establecido de discurso, sino que vas colocando discursos con acción. No necesitas que la forma atraviese la pieza o lo que vas a proponer, sino que vas tejiendo. Hay una…un desorden y una confianza en que eso…caerá en algún lugar. No que no tengas una confianza cuando trabajas con otra gente, pero no puedes confiar en vacío. Tienes que encargarte cuando trabajas con otra gente.

 

¿Qué duraciones tienen tus solos?

Pues, depende. La verdad es que el formato solo corto lo he hecho poco. Me parece que de los que te he comentado solo Tendency era un solo de veinticinco minutos. Los demás… de cuarenta y ocho y de una hora La doble sesión.  Lo que pasa es que como son dos, son casi dos horas, es doble, es un solo doble. Ehhh…¿Qué más? Bueno, la duración ehhh…Yo creo que también hay una cosa así como medio… Ahora igual no lo pienso tanto pero, en algún momento lo he pensado más, que para entrar en formatos, que es de veinte minutos o más de cuarenta y cinco. Esto es como la regla para entrar en un doble bill o…Es verdad que cuando hago conferencias- performances o acciones la temporalidad me da más igual. Es más la cuestión esta de a lo que te ata un poco el teatro, ¿no? Con otro tipo de solos van desde tres horas a veinte o quince minutos. Sí, cuando es un acto performativo no pienso en una ventana temporal.

 

¿Sueles apoyarte en algún o algunos elementos en tus solos?

Siempre suelo empezar con algo. Aunque te puedas permitir empezar un poco más desordenado, yo siempre empiezo por algo porque si no…Yo, el acto de la creación, no me lo creo. Hace dos semanas hice una conferencia- performance que se llamaba No hay acto de creación. Siempre parto de cosas, de conceptos, de operaciones. Sí que desordeno, pero esto no quiere decir que me dé un espacio de libertad absoluta, tengo que empezar con cosas. No creo en crear a partir de la nada. Necesito partir de cosas: ahora son objetos que analizo, ahora son marcas que escribo sobre un papel y que voy modificando o ahora son operaciones que lanzo a una materia que no me pertenece. En mi caso, trabajo desde la experiencia pero no desde la experiencia propia. No me interesa la cuestión de la persona que trabaja desde la experiencia propia, la circunstancia propia. La circunstancia propia me puede interesar siempre y cuando se…Es un interés muy limitado, ¿no? Tiene que ser una experiencia que no me pertenece. Que es algo que…Incluso cuando trabajo en solos es eso, no es que me ponga en un espacio a trabajar mi propia imaginería. Hemos hablado antes del backgraund, yo no lo siento como mi marca personal o como algo que me pertenezca sino como algo que te interesa y que vas trabajando pero no me pertenece en absoluto; no es una experiencia personal, no es un yo, aquí, diciendo mi palabra, diciendo esto con mi voz propia. Yo creo que es algo que se ha ido transformando estos últimos años. Ya nos hemos dado cuenta que cuando no hay una cuarta pared, hay una quinta, una sexta y una séptima y una…O sea que lo que hay que hacer es trabajar las paredes más que pretender que se esté hablando de manera directa al público.

 

¿Además del movimiento o la danza utilizas otros lenguajes en tus solos?

Sí, la verdad es que el texto hablado lo había usado muy poco porque en realidad no me interesaba nada la comunicación directa por las razones que acabo de decir. Entonces, como no me interesaba esta comunicación directa utilizaba muy poco el texto hablado, siempre escrito sobre un papel, como texto flotante más que como texto dicho. Pero en los últimos trabajos sí que he trabajado el texto pero desde la operación. Una operación con el habla y con hablar más que con el sentido de lo que dices y el sentido de ser tú quien lo dice. El hecho de trabajar con operaciones y con maquinarias de deseo que no tienen nada que ver con el sentido de lo que yo estoy profiriendo, o con el sentido de ser yo quien lo está profiriendo, me permite trabajar con texto hablado. Porque ese texto hablado no son más que marcas que, en cierto modo, son las marcas a través de las cuales yo me muevo. Yo pienso que hay algo…Siempre ha habido en mi manera de trabajar un interés en, no tanto el sentido o la poética del movimiento o todo esto como…,no lo que está pasando en el movimiento; o sea, no, perdona, no tanto el movimiento, como lo que hay detrás del movimiento que sería, como lo llamábamos en el ultimo proyecto, movilicidad, movismo que es como lo que mueve entre el movimiento. Para mí lo que mueve entre el movimiento es lo que desplaza, esas marcas que yo tengo que me dicen cómo moverme o que establecen una normalidad en el movimiento, establecen una regularidad, una estética. En ese sentido hay algo aestético o que cae fuera de lo estético. 

¿Fuera de lo estándar?

Sí, no es que caiga en lo feo ni en lo antiestético, no es anti pero sí es aestético. Para mí, es lo que mueve en el movimiento, no es el movimiento; o sea, no es las formas de movimiento aunque se tenga que hacer a través de la forma del movimiento.

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo en tus solos si lo hay?

Sí, sí que lo tiene, además ehhh…Fíjate que muchas veces he tenido el problema contrario de, de, deeee…Estoy siendo un poco desorganizado,  no pasa nada ¿no? Porque luego tu usarás lo que te…, ehhh, normalmente está esta cosa de… A ver, ¿cómo explicarlo?…Yo creo que tiene que ver con la cuestión del margen. Muchas veces he notado que…,cuando tengo un discurso político o tengo un discurso que se relaciona con lo político, tanto de un lado como de otro, tanto de un lado más conceptual hasta del lado del arte más político, me van a decir: “Me interesa tu trabajo pero no es político, no lo intentes llevar por ahí porque no lo es”. Entonces esta gente te diría que es formalista o que funciona a través de la forma. No me interesa nada el formalismo si no conlleva una agencia política o incluso una resistencia política. Por la otra parte, la del lado más conceptual, se te diría: “No intentes llevarlo a lo político, lo tuyo formalmente funciona y funciona de esta manera”. Digamos que no me interesa este lado en que hay algo de indiscutibilidad en lo que yo hago, de indiscutibilidad política. Pienso que todo es discutible, es una, es una…Forma parte del retiramiento del conceptual. En ciertas cosas se podría decir o podría parecer que soy un conceptual pero no me interesa el retirarme, el hacer mi trabajo indiscutible, el hacer mi trabajo incuestionable, en hacer mi trabajo autorreferencial; o si es autorreferencial seguramente estará autoestallandose. O sea, no mi interesa el…No me interesa el trabajo indiscutible, no me interesa el trabajo apolítico pero tampoco me interesa la política explícita. Digamos positivamente, lo que me interesa es trabajar lo no explícito en la política. Pienso que el arte tiene esta potencia o esta impotencia, esta potencia o este arrastre de impotencia de cuestionar lo no explícito, la política invisible.

 

¿Cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?, ¿cuánto tiempo le dedicas?

Cuando es un solo le suelo dedicar más tiempo. Cuando trabajo con gente suelo perder el tiempo o no tenerlo. Es que depende un poco de cómo tenga el cuerpo y de lo que vaya a hacer. Han habido piezas en las que lo que tengo que hacer es correr, saltar, estirarme antes. Y hay otras piezas en las que tienes que hacerte un yoga más estático, muscular las posiciones para proteger el cuerpo. Depende de la actividad física que conlleve el solo. En All things que era un solo muy ahhh…, ¿cómo decirlo? Muy exigente con el cuerpo porque repetía acciones muy tontas, pero que si te descuidas pues…Levantarse y sentarse, levantarse y sentarse veinte veces, te va a lesionar el psoas, ¿entiendes? O sea, es algo que no haces de normal: me levanto, me siento, me levanto, me siento, me levanto, me siento. Entonces, ahí tenía que trabajar mucho yoga y mucho estiramiento. Para este último trabajaba más para entrar en duraciones:  estiraba un poco, corría, saltaba, me movía. Es que depende de lo que estés trabajando. En mi último solo habían partes que no necesitaba calentar o igual necesitaba calentar un poco la voz porque estaba hablando todo el rato.

Con escrituras, porque antes me has preguntado con qué trabajaba, escrituras. En las últimas piezas he trabajado mucho con escritura.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos cuando estás preparando un solo? 

Si son para un solo de movimiento, un estiramiento-calentamiento de una hora o, como mucho, tres horas. Es verdad que cuando vivía en Amsterdam trabajábamos de otra manera, se trabajaban ocho horas al día pero porque no se extendía tanto en el tiempo y funcionábamos más a través de residencias; de repente te vas dos semana a Bruselas y trabajas en un espacio que te han dejado y aprovechas el tiempo al máximo. Es verdad que, normalmente, eran piezas con más gente en las que no eres tú el que se está moviendo todo el rato. Cuando era un solo acababa trabajando tres horas de movimiento. Porque una cosa es el ensayo y otra todo lo que es construcción o trabajo con objeto o escritura, diseño de espacio porque muchas de estas cosas me las he acabado haciendo yo. Ahora estoy intentando conseguir que me las hagan otros, algunas de ellas. 

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesado por otros cuerpos, por otras voces?

Totalmente, sí, sí. Pienso, más bien, que mi cuerpo no me pertenece. Ehhh…Sí, bueno, a esta te he contestado un poco, ¿no? Porque es lo que comentaba antes, ¿no? Que cuando…Que no se hace un solo porque tengas una necesidad propia, se hace un solo porque tienes una necesidad impropia. Otra cosa es que…, igual yo no lo llamaría, o sea, ya que me retiro la voz, intento no hablar desde mi voz, no sé si llamaría “otras voces”. Otros cuerpos igual…No es la invocación lo que me mueve. Obviamente hay mucha gente que me interesa. Entonces, sí que traigo o repito o… Sí que traigo o repito o remarco, reorganizo, cuestiono, retrabajo cosas que ha hecho otra gente o que reconozco como que las he visto; pero yo no lo llamaría voz, porque esta gente ha tenido que perder la voz para trabajar en eso, ¿no?

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Pues depende. En los últimos, la gente más presente, han sido un ojo externo, porque es verdad que cuando haces un solo está bien tener una persona que te mira pero también que te obliga a concretar cosas. Esta persona está bien que esté desde principio y que venga una vez cada dos semanas a mirar materiales. En el último ha estado Sofía Asencio y en el anterior Sofía Asencio y Tomás Aragall y la persona de luces. En el ultimo solo hubo una persona que me ayudó con la parte de vestuario que, además, fue una muy buena experiencia porque para mí el vestuario siempre es una cosa muy traumática y…, pues esa persona lo hizo muy bien.

También acabamos trabajando con tan pocos fondos que en la última pieza no pude hacer esto y me hubiese encantado tener una persona que me hiciese un vestuario.

Me encantaría encontrar gente con la que trabajar más cerca, no como colaboradores externos sino como colaboradores más internos. Yo hasta el momento me he hecho las cosas yo mismo y me ha limitado mucho porque yo no soy un profesional de todos los aspectos que trabajo. Me gustaría encontrar a gente con la que colaborar que no me diga: “¿Que quieres que te haga?” Y se vayan a hacerlo, sino que trabajen conmigo en ese nivel que tenemos entre manos. Y luego con los colaboradores más externos como luces o set, se asume que vas a dar unas directivas y te van a hacer algo. Yo nunca he trabajado así y me gustaría encontrar maneras de hacerlo. 

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente solo a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Sí, sí, claro que siento diferencia, además es como…Claro, no tiene nada que ver, siempre está la cosa esta…Igual no tendría que ser o tendríamos que encontrar la manera de no…Pero sí, normalmente acabas preparando un día para esa persona. Acabas preparando unos materiales para mostrar o acabas hablando de qué va esto. No quedáis para perderos juntos, eso es más cuando tienes un colaborador, coautor o autor como performer, ahí sí que está ese perderse juntos. No tendría porqué ser porque es verdad que yo he estado en procesos en los que la persona, el ojo externo, ha sido un colaborador a medias con el coreógrafo, o sea, han hecho una pieza a dos. Pero claro, la manera en que yo lo he usado es como alguien que se pasa de vez en cuando, entonces aprovechas para mostrar todos tus materiales.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

A ver, la cuestión es…, el problema es la precariedad en la que trabajamos muchas veces porque yo en esta última producción he trabajado hasta los fines de semana. Tiene que ver con que te lo haces todo tu y eso que yo, esta vez, he tenido a una persona que me ha llevado la parte de producción administrativa, la parte de justificación y me ha ayudado a pedir la ayuda. Pero es que incluso teniendo a una persona estás trabajando todo eso porque eso no se lo puedes dar a alguien totalmente. Claro, al final empiezas a añadir un montón de cosas y cuando es una pieza de grupo se hace una montaña, acabas trabajando una burrada. Si es un solo es más fácil encontrar un lugar de ensayo porque al final eres tú solo. Cuando es más gente tienes que ir con la cosas más preparadas, hay una demanda cuando no es un solo. Yo creo que trabajar se trabaja siempre mucho, mucho más que las horas que empleas para ensayo. Publicidad, promoción, si es que al final te lo haces todo tú. 

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido éstas?

Sí, pido subvenciones. Todos los solos que he dicho han tenido subvención. Residencias también. Este año ha sido el primero que he pedido al Institut valencià de cultura, anteriormente pedía al Ayuntamiento. Ahora pido las dos. Porque claro, yo estaba empezando aquí y el IVC te pide que adelantes todo un año. Este año ha sido el primer año y la verdad es que ha sido una locura y un horror, eso deberían cambiarlo. Porque claro, para un solo igual acabas endeudándote contigo mismo, pero en una pieza de grupo acabas endeudándote  por ti y por cinco. Deberían considerarse más panoramas del que consideran porque tienen una concepción de hacia dónde tienen que ir la ayudas que además es monotemática. Son para compañías que cubren esos criterios objetivos: una compañía con bastantes bailarines, con un espacio. A parte que no tiene ningún sentido que tú tengas que adelantar un dinero que no tienes. Al final te lo piensas dos veces si pedir la ayuda o no.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Pues siempre he estrenado en programación regular aquí en Valencia. He tenido a un festival coproduciendo. Es que, a ver, una cosa son las producciones que consideramos producciones porque hemos pedido una ayuda. Esas siempre las he estrenado en teatros, pero he hecho otras producciones de las que no sé si puedo hablar de estreno o no estreno. Simplemente es que haces una acción y ya está, no has estrenado nada ni dejas de estrenarlo. Claro,  hay algo en el sistema que te ata a la cuestión del estreno o no estreno que además es un poco ficticio porque, teniendo en cuenta cómo funcionan las ayudas, te ves obligado a estrenar antes de que esté para estrenar o te ves obligado a llamarlo preestreno o a hacer una especie de presentación en un teatro para una justificación. Pero no consideras que la pieza esté, sin embargo ya no la puedes desarrollar más con dinero público.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás solo en escena a cuando estás acompañado por otros intérpretes?

Claro, es totalmente otra historia. Bueno, se hace pesado a veces el solo, por ejemplo, en La doble sesión, una vez empiezo ya no paro. Cuando no estoy hablando como una metralleta, estoy bailando; hay algo que no para. Entonces, antes de salir es como: “Ostras! ahora tengo que sostener esto durante una hora”. Entonces ahí sí que hay algo más duro. Cuando estás con otra gente eso se sostiene entre varios.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el bailarín/bailarina es diferente cuando es un solo a cuando hay más de un intérprete en escena?

Sí, pero en un sentido distinto, porque de lo que estábamos hablando ahora es de una cuestión muy ejecutiva que no es lo que te interesa cuando ves una pieza. Tampoco es lo que me interesa cuando hago una pieza, pero sí que lo puedes llegar a pensar cuando tienes que hacerla. Yo no voy a salir nunca de una pieza y voy a decir: "Qué dominio tiene”. No, nunca voy a apuntar a cuestiones ejecutivas, siempre voy a apuntar a lo que esa pieza ha abierto o no ha abierto. En ese sentido no es tan diferente. O sea, como espectador, sí , obvio, que haya una persona sola ehhh…, digamos que la atención está menos diversificada o diversificada en una sola persona.

 

Esta es la última pregunta, ¿cuál es el motivo o los motivos por los que haces y has hecho solos?

Bueno, a veces por la cuestión de descansar, por hacer algo que complejiza menos la producción. Desorganizar, ehhh…Siempre proyectas un concepto, algo que atraviesa el solo, pero sí que puedes permitirte llegar sin un orden. Desorganizar, reorganizar, descansar de todo aquel trabajo que no deberíamos hacer pero que hacemos porque cuando es un solo no tienes que encargarte de tanta logística. A veces también usamos los solos para investigar de una manera más abierta. Por eso yo pienso que hay algo que está bien en la convocatoriitis; el que las cosas funcionen a través de la convocatorias públicas porque tienen que llegar a todo el mundo. Pero también pienso que hay otros aspectos que no funcionan a través de convocatoria. Yo tengo que tener la posibilidad de trabajar en algo que no funciona a través de convocatoria, o sea, que no funciona a través de un concepto redondo. Pienso que algo tiene que funcionar a través de…, o un recorrido que te has ganado o una confianza en un trabajo que atraviesa algo más que el proyecto. No estoy diciendo para nada un nombre sino algo que atraviese el trabajo más allá de la proyectitis y la convocatoriitis. Ya te digo que me parece bien que políticamente las cosas empiecen desde convocatoria, pero también hay que mirar otro modo de ayudar que acompañe a la convocatoria porque la convocatoria no te va a permitir perderte. Te va a permitir ejecutar lo que ya tienes proyectado. Y eso puede pasar también con el solo, puedes permitirte proyectar una gran mentira y acabar con otra o investigar, usarla para investigar.

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Entrevista a Maria Tamarit ( 1994, Xátiva, Valencia).

 

¿Dónde te has formado?

Me he formado aquí en Valencia. Mi formación toca varias ramas, primero me formé en Bellas Artes. Luego hice un par de años de Conservatorio Profesional, solo hice quinto y sexto. Luego hice también el máster del Reina Sofía en Madrid y muchos talleres que para mí van a la par porque también siento que me he formado en talleres aquí en Valencia, en Madrid y en Amsterdam con gente muy diversa. Últimamente he empezado una formación en Zaragoza que está muy relacionada con la somática, con técnicas somáticas.

 

¿Y tu carrera profesional dónde la has desarrollado?

Pues principalmente en Valencia. El tiempo que estuve en Madrid fue muy cortito así que, realmente, Valencia ha sido mi sede.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria profesional?

Pues no tantos, pero bueno…Sexy heroine, Aire y Sanar al animal, serian tres como piezas escénicas. Luego, performances individuales más pequeñas, pero así como “solos”, tres.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada, es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas del movimiento, de la danza?

Para mí el formato del solo siempre ha nacido de una inquietud bastante personal y está relacionado con que hay algo que me interesa. Es decir, que hay algo que me genera inquietud y deseo profundizar sobre esa cosa. Cuando trabajas con otras personas puedes tratar un tema y el solo lo veo más como que viene de dentro, que busca un poco más la profundidad. No sé si he respondido bien a las preguntas, ¿me las puedes repetir? 

Si usas el formato del solo para trabajar una temática determinada o es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas del movimiento.

Yo creo que las tres. Por ejemplo, Aire fue una cuestión más física, de mover la energía, algo muy concreto físico. Sexy heroine venía más de una temática. Y luego el simple hecho de que tienes un contexto que te invita a trabajar el solo hace que tú misma te preguntes sobre qué quieres trabajar, depende de la situación. No siento que siempre parta del mismo lugar.

 

¿Qué duraciones suelen tener tus solos?

Pues entre veinte y cincuenta minutos. 

 

¿Sueles apoyarte en algún o algunos elementos en tus solos?, ¿utilizas otros lenguajes además del del movimiento o danza?

Sí, me suelo apoyar o en lo físico, dependiendo de cada proceso, o en un concepto en el que tengo un interés especial y eso ya sostiene el contexto en el que se trabaja. No sé si te he respondido…

¿Utilizas otros lenguajes además del del movimiento o danza?

Sí, suelo trabajar con otros lenguajes. Sí, me suele pasar que tengo contradicciones. Hay cosas que se complementan. Me cuesta decir: “Voy con esto”. Como siempre he estado en contacto con muchas ramas diferentes, a veces viene más el trabajo con lo performativo o de la imagen, otras veces más de lo físico. Otras veces se complementa lo físico con lo sonoro o con imagen.

¿Y elementos concretos que hayas utilizado en tus solos como, por ejemplo, vestuario?, Elementos en lo que te apoyes, ¿ves alguna continuidad en esos elementos?

Sí, suelo trabajar con objetos, también con el sonido, ya sea un sonido externo o un sonido que viene del cuerpo. Y en este último, en Sanar, había también una proyección de imagen. A veces esas capas se relacionan directamente y otras veces son dos puntos de información en los cuales puedes descansar, o en uno o en otro.

 

¿Cómo organizas y gestionas tu energía en el solo?

Pues siempre es complejo porque lo podría enfocar desde muchos lugares: como bailarina, como artista, como performer o como artista visual. Como bailarina, el solo requiere un entrenamiento, es fundamental si quieres ir a lo físico. Dependiendo de dónde esté el interés se organiza de una manera o de otra. Por ejemplo, en Aire, el interés era físico entonces requería de un entrenamiento previo al trabajo creativo. Eso para mí formaba parte porque era una necesidad de la cosa. En otros no ha habido tanto esa necesidad física pero sí de atención. Siempre hay una parte dedicada al cuerpo y otra parte dedicada a lo creativo o otra parte que se abre a colaborar con otras personas incluso siendo un solo. Una parte que está en dialogo con otras personas o cosas y, por ejemplo, yo creo que el enfoque de Sanar va un poco por ahí. Vale sí, quiero que esté el cuerpo pero, por otro lado, siempre tengo un interés en que el movimiento esté en relación con otras cosas y eso requiere de una organización. No suelo planificar mucho, suelo ir bastante desde la acción pero en este último necesito planificar por donde va a ir, qué ejercicios quiero llevar a cabo, sacar conclusiones y tomar o dejar cosas. No sé si he sido muy concreta…

 

¿Podrías describir el gesto político de tu trabajo si lo hay?

Pues yo ahí caigo siempre en contradicción porque siempre tengo un interés de priorizar los tiempos que requieren las cosas. También las necesidades corporales y físicas porque cuando trabajas con tu cuerpo, necesitas una higiene corporal, un entrenamiento, un estar predispuesta y muchas veces los tiempos de la producción no te permiten esas cosas. Entonces justo en este último proceso he caído en una contradicción muy heavy que me está haciendo preguntarme todo el rato justamente esto: “Jolín, vale, yo en este proyecto tenía un interés de respetar los tiempos, los ciclos”. Y sí que lo he podido llevar a cabo en el trabajo de investigación pero a la hora de crear una pieza…¡Ostras! Creo que es una pregunta que cara a próximos trabajos va a estar latente. Al final algo que siempre aparece o algo que me gustaría aportar es un hueco de subjetividad que pueda tener distintas lecturas. Sí, hueco poético, subjetivo, en eso hay algo político.

 

¿Cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?, ¿cuánto tiempo le dedicas?

Para mí lo ideal seria dedicarle dos horas a entrar en el cuerpo, no siempre lo consigo. Cuando he estado con algo más físico el entrenamiento ha sido correr, preparar el cuerpo desde un lugar más cardiaco y el Yoga que me abre y me predispone al trabajo. Correr, Yoga, vibración. La vibración es bastante fundamental en mi entrenamiento. Y siempre, para mí, es un reto cuando estoy sola mantener la atención sin distraerme, sin irme a la mente, mantener un foco.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos cuando estás trabajando en un solo: las sesiones y en el tiempo? 

Depende porque cada proceso ha sido de una manera. En Sexy heroine fue muy espaciado en el tiempo también por las condiciones y el contexto. En otros, dos meses; un mes y medio mínimo. Pero un mes y medio o dos meses habiendo mantenido un entrenamiento. Al final yo siento que siempre estoy ahí con algo aunque no esté enfocada. Entonces te enfocas y dices: “Vale, ahora voy a crear esto dos meses”. En esos dos meses igual hay un periodo más de planificación, de ver realmente lo que interesa, de ir tanteando qué caminos pueden ser transitados. A mí me funciona mucho un curro físico de tres horas para preparar el cuerpo. En periodos donde he estado trabajando mañana y tarde durante más de dos semanas seguidas, me viene muy bien estar por la mañana tres horas de trabajo físico y dedicar la tarde a revisar lo que se ha hecho, preparar cosas para el día siguiente. Pero bueno, para mí lo ideal de trabajo con el cuerpo para llegar a algo, mínimo tres horas.

 

Cuando haces un solo ¿piensas que estás atravesada por otros cuerpos, por otras voces?

Sí, sí, hasta ahora sí. Bueno, no sé si por otras voces pero sí por otras lecturas o perspectivas. Siempre me ha gustado estar en conversación mientras estoy haciendo la cosa. No siempre ha sido posible, pero sí…, de alguna manera…, no sé, tengo dudas. Creo que no era la representación de muchas voces sino que he sentido que era algo más interno pero a la vez atravesado por otras lecturas, feedbacks.

 

¿Cuánta gente participa normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Pues en cada proceso ha sido muy diferente. Por ejemplo Sexy heroine y Aire se estaban realizando en un contexto educativo, formativo y eso hacia que el contexto estuviese en diálogo con lo que se estaba creando. Ahí aparecían muchas personas que indirectamente estaban aportando al trabajo a modo de feebacks. En Sexy heroine estuve yo sola, no hubo más personas aportando. En Aire sí que tuve a personas haciendo feedback y revisando el trabajo pero también fue un proceso bastante sola. Sanar está siendo un proceso donde me estoy empezando a abrir y a estar más acompañada por una asistente de coreografía, alguien que esté en la escenografía, alguien que esté en la música. Para mí, lo ideal ahora son cuatro personas.

¿Y esto es para el próximo que estas preparando?

Sí, sí.

¿Cómo se titula?

Sanar.

Para mí lo ideal es, mínimo, tres personas aportando. Y las otras veces no han estado porque las condiciones no lo permitían.

¿Condiciones económicas?

Sí, condiciones económicas o condiciones del proyecto, porque a veces no es solamente disponer de dinero, sino de un espacio, de un contexto.

 

¿Sientes alguna diferencia entre ensayar en el aula completamente solo a ensayar con alguien que forma parte del proyecto?

Sí, sí, sí. Yo creo que cuando estoy sola siempre me siento un poco más perdida. Cuando hay otra persona, aunque estoy en mi movida sé que eso está en relación con otra cosa, de alguna forma está siendo visto más que por mí misma. A lo mejor cosas que no ves, la otra persona las puede ver.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

Yo creo que es el mismo tiempo. Da la sensación de que inviertes más tiempo aunque, a veces, es menos. Como estás sosteniendo tú todo el rato la cosa, yo siento que le estoy dedicando el tiempo. Igual es menos tiempo de estar trabajando en la cosa con el cuerpo, pero es más tiempo emocional.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones han tenido esas residencias?

Yo no he pedido subvenciones para crear solos, no sé si lo haré en algún momento, pero me ha impuesto hasta tal punto la movida que no he sido capaz de meterme en eso. Pero sí que he tenido residencias y encuentros de creación que me han permitido desarrollar trabajos.

 ¿Qué condiciones tenían esas residencias?

Pues la primera residencia que me dieron fue la de Migrats y ahí tenia un mes de trabajo en verano y mil euros. Esa fue la primera que tuve para Aire. Después, en los Encuentros de Creación de Magalia teníamos diez días de creación y no sé si eran ochocientos euros o algo así. Después, la de Carme Teatre que es la que voy a hacer son tres mil quinientos euros y cuatro o cinco semanas de disponibilidad de espacio. 

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Pues en ciclos y en teatros alternativos.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás sola en escena a cuando estás acompañada por otros/as intérpretes?

Sí porque al final cuando estás sola sostienes todo el rato el espacio, no te puedes relajar. Cuando trabajas con más gente la atención va variando, haces, deshaces, desapareces, vuelves a aparecer y cuando estás sola estás sosteniendo el espacio y la energía durante un periodo de tiempo. Para mí eso implica poner una energía que no pones de la misma manera cuando trabajas con otras personas, es como que te involucras con todo tu ser ahí.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el intérprete o la  intérprete es diferente cuando es un solo a cuando es una pieza de grupo?, ¿tú como espectadora experimentas alguna diferencia cuando ves un solo o una pieza de grupo?

Sí, cuando haces un solo es como que te desnudas; no te puedes escapar, no hay distracción, no hay otros puntos de atención, estás ahí…Yo creo que es muy generoso y a la vez exige más del espectador. De alguna manera cuando hay más personas, como espectadora, te puedes relajar más en uno o en el otro y cuando estás viendo un solo estás viendo la profundidad de alguien, ¿no? O una propuesta muy concreta, entonces yo creo que es más íntimo. Diría que es un encuentro más íntimo que te atraviesa desde otro lugar. Es como uno-uno: unidad espectador, unidad intérprete, entonces es más íntimo.

 

Esta es la última pregunta para cerrar ¿cuál es el motivo o los motivos por los que haces solos?

Pues el motivo suele ser una inquietud personal y un deseo de expresión de subjetividad. Es como una búsqueda interior, un querer profundizar en ti, en tu subjetividad, en tu individualidad aunque utilices voces de otras personas. Hay un deseo de escucharse a una misma y compartirse desde una, ¿no?, esto por una parte.  Por otra parte, en otras ocasiones, ha sido a causa de las condiciones, porque una no siempre tiene este deseo; esto puede surgir en ciertos momentos y otras veces te apetece más compartir y crear en comunidad, pero muchas veces las condiciones no te permiten estar con más personas trabajando en el espacio.

¿Te refieres a las condiciones económicas?

Sí, las condiciones económicas. Como decía, no quita que en ciertos momentos haya un deseo de profundizar porque cuando trabajas con otras personas tienes que ceder todo el rato, ¿no? Y con el solo puedes adentrarte más en algunas cosas, pero en otros momentos ha sido por las condiciones, sí.

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Entrevista a Santiago Ribelles ( 1977, Valencia).

 

¿Dónde te has formado?

A ver, yo estudié Arte Dramático aquí en Valencia y desde el momento en que empecé Arte Dramático enseguida tuve relación con uno de los profesores de Arte Dramático que tenía una compañía de gente joven en la que estaban otros compañeros de promoción también, Oniria. Tenían un espacio en Burjassot donde daban clases de danza, allí conocí a Gema Gisbert y empecé a trabajar el movimiento. Luego, más específicamente, a lo largo de la carrera me focalicé más en el movimiento. Cuando acabé la carrera, estaba bastante claro que mi interés estaba en la danza y el movimiento y me fui a Bruselas a hacer un taller  de creación de tres meses de duración dirigido por Marian del Valle y Mónica Klinger y con distintos artistas que intervenían con talleres. Luego, me quedé en Bruselas, seguí tomando clases de danza, clases para profesionales, de entrenamiento y algún cursillo específico más. Al año siguiente volví a hacer el mismo taller con más gente de Valencia, contigo, con Vicente, con Jaime. Ese año apliqué para diferentes escuelas y me cogieron en ADDC en Arnhem, Holanda. Allí estuve el primer año. ADDC era un proyecto gemelo a SNDO de Amsterdam, era la rama hippie de SNDO y estaba ya de capa caída. Digamos que el estado Holandés estaba intentando cambiar todos los programas alternativos y enfocarlos hacia la asimilación, hacia la Dance Academy, hacia Escuelas de Danza Superior. Me quedé solo un año porque ya no me interesaba lo que empezaba a haber por allí. Fuimos el primer año que tuvimos Ballet y alguna técnica Modern obligatoria, pero la mayoría de la gente que trabajaba allí era gente que venía del Release, es decir, gente que venía de los años setenta de  Estados Unidos, Gran Bretaña, etc. Era gente que había estado con Trisha Brown, gente que había estado con Cunningham. Eso en formación, luego he ido tomando cursos de vez en cuando, aunque hace tiempo que no tomo. Bueno, cuando volví a Valencia cursé el Máster en Producción Artística, aunque me falta el proyecto final de máster porque en aquel momento no tenía ninguna perspectiva de hacer ningún trabajo creativo y bueno, lo tengo un poco ahí pendiente. Esto, en general, creo que podría resumir mi formación.

 

¿Y dónde has desarrollado tu carrera profesional?

Mi carrera profesional esencialmente en Valencia pero es cierto que cuando estuve en Bruselas formé parte de un grupo de gente con la que hicimos algunas cosas, gente con la que aún mantengo contacto. Pero…, realmente, la mayoría de cosas artísticas que he hecho a nivel personal como creador han sido aquí en Valencia. Sí, sí, esporádicamente alguna cosa en Bruselas, pero ha sido aquí en Valencia.

 

¿Cuántos solos has creado dentro de tu trayectoria profesional?

¿Solos? Como he tenido también…Como solos…Como…Yo no habla…Solos no, buf! No sé, a ver, tendría que pensarlo, ehhh…Yo diría que unos dos o tres, o sea, uno así específico solo pero a parte de esos solos, de esa entidad de…,de…, como de…, de un espectáculo o de una pieza para escenario desde el dos mil doce o trece empecé a realizar prácticas artísticas más relacionadas con la performance. Pequeñas piezas performativas que no estaban dentro de un teatro o instalaciones performativas donde el cuerpo era el eje que tampoco estaban en el teatro. De este tipo de cosas habré hecho seis o siete.

¿Todo solos?

Todo solos. Sí, la mayoría de cosas más performativas, sí. Diría que son solos aplicándolo a la idea de Artes Escénicas, pero serían performances.

 

¿Usas el formato del solo para trabajar una temática determinada, es el solo el que te lleva a trabajar un tema o una atmósfera o lo usas para experimentar cuestiones físicas del movimiento, de la danza?

Hay diferentes componentes y hay diferentes componentes según el momento, según las circunstancias. A nivel circunstancial económico hay una obligatoriedad muchas veces de trabajar solo porque implicar a más personas significa pagarles. Yo, profesionalmente, yo sigo trabajando de otras cosas relacionadas con las Artes Escénicas: ayudantías de dirección, gestión cultural, etc. Pero en lo creativo, implicar a más personas significa tener dinero y como tengo una relación un poco…Imagino que como no he triunfado tampoco he mantenido una actividad artística de forma continua; tampoco he entrado en la dinámica ni de las subvenciones ni del mercado lo que me lleva a que trabajar con más personas significa pedir ayudas. Me lo planteo cada vez menos a no ser que sean ayudas a investigación o algo así, pero enfocadas a la producción me parecen una locura, sobre todo porque intento buscar procesos de trabajo que se sostengan en el tiempo de una manera prolongada. Quitando todo ese tema político-económico hay otro componente político e imagino que económico también. Yo empecé, como te comentaba antes, a hacer unas intervenciones y acciones artísticas relacionadas con temas que me interesaban donde el cuerpo estaba en el centro: cierto tipo de reflexiones sobre la política de la danza, sobre la política del movimiento, sobre le lugar que ocupa el bailarín y la bailarina en el espacio social y su representación y sus significados o posibles significados. Ahora, llevo un tiempo empezando con la idea de un solo que está bastante influenciado por el hecho de que tenia en mente una pieza con más gente, pero lo vi imposible. El hecho de empezar el solo no derivaba solo de esto, sino que había en este momento una necesidad de investigar cierto tipo de cosas en relación a la creación y al movimiento. Si mi interés hasta ahora había sido más sobre las políticas de la representación y del artista como esta especie de genio, ahora hay un interés por desarrollar algo sobre el movimiento pero enfocando el solo a deconstruir esa idea del yo que normalmente en el solo es representativo. El solo para mí, en general y en la danza, representa un espacio donde las creadoras o creadores ponen en funcionamiento cierto tipo de estéticas de forma intencional o a pesar de ellos mismos que luego desarrollan en otras piezas con más gente. Es un punto de partida de descubrimiento de cierto tipo de cosas.

¿A pesar de ellos mismos?

Sí, a pesar de ellos porque a veces es intencional y a veces no es intencional. Te metes a trabajar y surgen cosas que no preveías y como está todo relacionado con el yo, que es una absoluta ficción a mi entender, entonces suelen aparecer cierto tipo de cosas como son: la autenticidad y la verdad de uno. En este caso, mi interés es desvincularme de toda esa idea de autenticidad porque no creo que exista. Pero bueno, hay esta idea mágica del solo y del creador. Luego también eh…, digamos que para mí…Espera que me he perdido un poco.

Sí, lo que me estabas diciendo era que muchas veces el solo se utiliza para buscar material para trabajar luego con gente, ¿no?

Sí, sí, y es cierto que yo tenia un interés de trabajar el movimiento de forma muy específica porque había hecho diferentes trabajos donde el movimiento aparecía pero no se había desarrollado. El solo me permite situarme en relación a ese campo que deseo trabajar sobre el movimiento sin que tenga una obligatoriedad a compartir con los demás una forma de pensar que yo aún no he puesto en práctica, una forma de pensar el movimiento. En las acciones performativas, la generación de movimiento está muy vinculada a la acción y al propósito de la acción política. Se genera una poética específica que puede ir más allá del propósito político de la propia acción y que no está premeditada. Normalmente, en esas acciones siempre hay una premeditación porque es como ir hacia un lugar concreto. No es ir hacia un lugar concreto pero sí que es proponer algo concreto que desprende una poética o estética que va más allá de esa concreción conceptual. No sé si me he…Si es que ya ni me acuerdo…(risas).

 

¿Qué duraciones suelen tener tus solos?

Los solos, una hora, una cosa así. Luego las acciones unos cuarenta minutos o una hora, depende.

 

¿Sueles apoyarte en algún elemento concreto para trabajar tus solos?

Depende del momento. A veces me interesa trabajar elementos de vestuario, trabajar con elementos de sonido que yo utilizo, ejecuto o desarrollo. Me gusta trabajar con cierto tipo de materiales. De todas formas está todo muy supeditado al concepto. Los materiales pueden generar cierto tipo de sensibilidad, pero no estoy interesado en esa sensibilidad. Es decir, por ejemplo, en un momento dado yo puedo utilizar música, pero desconfío de la música, desconfío de los materiales sensibles porque van a acercarme a lugares de recreación estética que no me interesan en absoluto. Entonces, los materiales están y aparecen a pesar de mí: a pesar de mi deseo de dejar los materiales porque despliegan campos de afecto que para mí son potenciales de cosas que yo no puedo aprehender. Cuando hablamos de poéticas hablamos de cosas que van más allá de uno mismo. Yo lo que intento por todos los medios es desprenderme de cualquier vinculación emotiva de recreación emocional o psicológica sobre cualquier elemento sensorial que se acerque a una idea romántica del arte porque no me interesa en absoluto todo eso. Hay elementos que me motivan, pueden ser colores, puede ser música, pueden ser imágenes, pueden ser elementos muy variados. Intento generar distancia con esos elementos. Acepto que son campos afectivos que me tocan, pero no me tocan para que yo me recree en ellos, sino que ya que me tocan que sea para desplegar posibilidad en otros lugares, porque si no es una especie de autorrealización que no me interesa. Es algo bastante común en la danza o en el trabajo del solo, pero a mí no me interesa.

 

¿Además del movimiento o la danza utilizas otros lenguajes?

De forma esporádica utilizo la voz. El texto a veces ha estado presente. Cuando me preguntabas antes sobre los elementos, durante mucho tiempo he estado trabajando sobre la representación, entonces he utilizado elementos teatrales para poner de manifiesto el juego que se hace con esos elementos. Cuando he hecho alguna acción he utilizado trapos de cocina o cosas así que tienen una vinculación directa con lo que representan: “Esto sirve para limpiar”. He usado textos, he usado también la música, no para dejarme llevar sino para dejar llevar al publico, como un elemento más. He utilizado también el video. Utilizo lo que está alrededor de mí.

 

Esto lo has tocado antes pero vamos a profundizar un poco más, ¿podrías describir el gesto político de tu trabajo si lo hay?

El gesto político, ufff, de mi trabajo…Ha habido siempre lo que decía antes, la puesta en cuestión del creador, la infalibilidad del creador como artista. Han habido siempre temas de género en relación a la representación de la sexualidad, en relación a la sublimación del movimiento del bailarín. Esa transferencia que hace el espectador/a con le bailarín/a que se deja llevar por el movimiento, ha habido toda una serie de críticas en relación a eso, en relación a lo que tiene que ser o lo que tiene que hacer un bailarín/a, a lo que se espera de él. El movimiento va en el mismo sentido también político. Hay intereses que van más allá del planteamiento político, pero siempre hay un planteamiento político. Mi interés es salir de los códigos reconocibles, no salir como una forma de despecho sino porque no tengo un interés ahí. Pienso que los lugares ininteligibles son más interesantes que los lugares inteligibles. Es decir, lo que no se puede entender de lo que se propone es lo interesante del acto creativo, de la creación o del arte. Lo que ya está codificado que ya se entiende a mí no me lleva a ningún sitio. Yo no intento romper nada, intento no entenderme tampoco a mí mismo, no hacer entender nada a nadie. Sí que hay elementos políticos muy claros que son reivindicaciones políticas a nivel de género o del cuerpo del bailarín/a en un espacio específico o sobre el concepto de la idea de velocidad. Eso está ahí, es evidente, lo que planteo lo hago a través de eso pero no está ahí, va a otro lugar que yo no acabo de reconocer. Al no acabarlo de reconocer, me parece más valioso que cualquier cosa que yo pueda reconocer.

 

Vamos a pasar a los procesos, ¿cómo calientas tu cuerpo, cómo es tu warming up?, ¿cuánto tiempo le dedicas cuando estás preparando un solo o una acción?

Va a depender bastante del momento vital, de cómo me sienta físicamente y de lo que pienso que tengo que poner en movimiento. Durante mucho tiempo y sobre todo con las acciones he estado haciendo constracting rest, una posición que proviene de la técnica Alexander porque me daba la posibilidad de conectar con el cuerpo de una manera específica y tener cierto tipo de concentración. Esto me permite otro tipo de cosas a nivel de cuerpo, de movimiento; me permite colocar el cuerpo para usarlo…, es una especie de calentamiento físico que me permite concentrar el cuerpo de una determinada manera. Últimamente me he estirado bastante y me he puesto música para bailar porque tenía vinculación con cierto tipo de cosas que estaba buscando o quería explotar en relación al movimiento. Según el momento o según lo que necesito para lo que estoy preparando, cambio de estrategia. No esta muy premeditado porque a veces me encuentro haciendo cosas y me digo: “Ahora no me toca hacer esto”. Y me pongo a hacer otra cosa para activarme en lo que tiene sentido para aquello que quiero desarrollar. Varía mucho, sí, puede haber constracting, estiramientos, ponerme a bailar con música techno o disco, puede haber un trabajo de materiales, de tocar de tocarme. Según el contexto voy a trabajar de una determinada manera.

 

¿Cuánto tiempo suelen durar tus ensayos cuando estás trabajando en un solo?

La preparación física, de lo que estaba hablando antes, suele durar más tiempo que lo que es el ensayo. Yo más de dos horas y media, tres horas no voy a estar y ademas voy a hacer una pausa seguro o dos. No veo un interés muy grande en seguir mucho más tiempo porque como normalmente grabo las sesiones tengo material para analizar. No creo que sea muy productivo entonces…, sí, unas tres horas como mucho.

¿Cuánto suelen durar en el tiempo?

Ufff, pues no sé, puede durar años, es que no sé…No es que esté trabajando siempre sobre ello, pero sí que es cierto que tanto los procesos creativos solo como los procesos con gente siempre han sido espaciados en el tiempo. Siempre he dejado tiempo de barbecho porque ese tiempo me da la posibilidad de releer. La cosas cambian de un punto a otro y al retomar no lo haces desde el mismo lugar, se te aclaran las cosas en relación a lo que has hecho la última vez. Tomas decisiones, a lo mejor no son tan premeditadas, pero las tomas. Yo pienso que un tiempo largo de trabajo está muy bien. ¿Qué es eso? No lo sé, como no estoy obligado en estos momentos a producir, pues por ejemplo, con este último solo que tengo la idea de desarrollar, creo que empecé en abril del año pasado. Trabajé durante una semana en abril, luego en julio, después no lo he retomado, aunque sí que lo he retomado en la cabeza. Si no lo he retomado fisicamente es porque no he tenido tiempo ni dinero. Lo reservo para los tiempos en que lo pueda desarrollar. Está ahí presente, esta latente y cuando tengo la oportunidad lo retomo. Además los tiempos de una producción son muy raros porque confluyen cosas que estaban latentes de otras piezas, de otros momentos y en un momento dado ves que tienen un sentido. Aunque es algo que has ido desarrollando de distintas maneras y en distintos procesos, en un momento dado, eso se encaja de forma conjunta. De todas formas yo no puedo hacer una pieza en un mes o dos meses, me parece una locura.

Sí, decías antes que tus procesos son largos porque no estás obligado a producir, ¿quieres decir que no lo estás porque no has pedido subvenciones que te están marcando esos tiempos?

Exacto, eso por un lado. Por otro lado, no estoy obligado y estoy obligado también a no producir, es decir, es un poco la esta que…, es lo que decía antes. Si hubiera entrado, en algún momento de mi vida, dentro de la dinámica de la producción de las subvenciones o de las residencias artísticas estaría posiblemente montando una pieza cada año o cada dos. Pero yo no he entrado en esta dinámica, también porque había un rechazo por mi parte de entrar. Luego es que llegas a una edad en que el tren ese ya ha pasado. Entonces, si tu no has entrado en esa dinámica, nadie te conoce. En Valencia me conocen, pero la mayoría de la gente no han visto nada mío, muy poca gente conoce mi trabajo. Yo ya no he entrado en esa maquina y difícilmente puedo entrar en ella porque no soy joven y porque las dinámicas de producción no me interesan, me parecen muy frustrantes. Podría hacer una pieza por año aquí en Valencia, lo podría hacer y no digo que no lo vaya a hacer, a lo mejor lo hago, pero es entrar en esa dinámica de, de…, dicen que es del mercado, mentira. Si fuera de mercado yo podría hacer cosas de mercado, pero no he tenido ningún interés en hacer cosas de mercado en mi puta vida. Lo más cercano que he hecho que pudiese entrar en el mercado, no he entrado. No es del mercado, sino que es del sistema de producción que generan las subvenciones publicas, las residencias públicas, las estéticas establecidas como trending en el momento. O sea, yo ya no tengo edad para ser emergente y tampoco me he consolidado, estoy en un lugar de…,nadie en relación a la creación. Han sido mis decisiones, no voy a hacer como si fuese otra cosa. Yo no estoy interesado en la producción por la producción. Me gustaría producir y tener tiempo para producir pero tranquilamente, sin entrar en esas dinámicas, si fuera burgués imagino que lo haría.

 

Cuando haces un solo, cuando hablo de solo me refiero también a las acciones, ¿piensas que estás atravesado por otros cuerpos, por otras voces?

Sí, claro, claro. Vamos es que yo no pienso que sea nadie especial, ni original. Intento guardar alguna idea de sinceridad en relación a lo que hago. Pero vamos que pienso que sí, que estoy atravesado por todo lo que he vivido y por los referentes aunque no sean míos de la Historia general de las Artes Escénicas y de todo. Sí, sí, claro, suena un poco taoísta pero: “Soy un vaso, un recipiente por el que pasa…” Que sí, que me atraviesan mogollón de cosas y de gente, a lo mejor menos de la que yo pienso. Me atraviesan todos los prejuicios, todas las cosas positivas y negativas que nos atraviesan a todas y a todos todo el rato en la vida y en el arte igualmente.

 

¿Participa gente normalmente en tus solos?, ¿qué roles desempeñan y en qué momento del proceso están presentes?

Normalmente cuando trabajo solos no trabajo con nadie. A ver, si necesito algo de alguien tipo luces, pues hablo con esa persona e intento llegar a un entendimiento, pero el planteamiento suele ser bastante mío. Me parecen interesantes las aportaciones de los demás, pero esto de la dramaturgia, la mirada externa, pues en un momento dado puede ser interesante o en un momento dado no tengo ningún interés. Cuando lo hago, lo hago, entonces lo miran cuando lo hago. Con el último solo sí que me habría apetecido hacer participar a gente, lo que pasa es que no tengo dinero. La idea de este solo tiene que ver con la desmitificación, se llama: Per acabar finalment amb mi mateix. Qué mejor manera de acabar con uno mismo que con otra personas, otros cuerpos. Si eso sucediera formaría parte de una parte sustancial del solo que fuera un solo de mentira, pero normalmente no hago participar a gente de lo que propongo.

 

¿Crees que te tomas más, menos o el mismo tiempo de ensayo para desarrollar el trabajo de un solo que cuando trabajas una pieza con más gente?

Yo creo que más o menos lo mismo. Es cierto que, cuando trabajas con otra gente, el planeamiento tiene que ser distinto. Te tomas un poco más de tiempo para que se desarrollen algunas cosas. Quizás sean cuatro o cinco horas, pero cinco ya me parecen muchas. Es que creo que lo que surge en ese momento está bien y que ya vendremos mañana. No tengo ninguna prisa por solucionar. No tengo ningún interés en solucionar cosas, a ver, luego soluciono, defino. No tengo ningún interés en irme a casa diciendo: “Hoy hemos avanzado”. No sé, pues vamos viendo, vamos probando y las cosas se van colocando. ¿Más tiempo para qué? O sea que ya hay tiempo, entre un ensayo y otro, hay no sé cuantas horas y ahí pasan muchas cosas porque la vida no para entre un ensayo y otro. Eso de que la gente se ponga a ensayar ocho horas me parece una locura, o se tiene que entender de manera distinta, tiene que haber un tiempo muy dilatado. A mí no me importaría trabajar seis horas, pero con un tiempo dilatado donde hacemos una pausa para comer, nos tiramos un poco, nos hacemos un masaje. Todo eso es productivo, en realidad es lo que coloca al cuerpo y a la gente en un lugar productivo. Todo lo demás es: tu ya tienes una idea y tu la quieres ver en los cuerpos de otras personas o en tu propio cuerpo. Pero yo no tengo una idea, tengo confluencia de ideas que están ahí, que quiero trabajar y que se van a ir desarrollando.

 

¿Tienes o has tenido subvenciones para tus solos?, ¿y residencias artísticas?, ¿qué condiciones tienen o han tenido esas residencias?

Residencias artísticas…Como soy yo solo yo pedí el espacio de LaGranja y me lo dejaron, o sea, una cesión de espacio. Yo tenia que colgar una imagen de vez en cuando y tampoco me parece mal. La ultima vez que pedí ayudas fue en el dos mil dieciocho. Luego, todas las veces que he solicitado cosas no han salido ni residencias ni nada. Si veo en un momento dado que no tengo espacio y necesito trabajar pues miraré. A lo mejor este año sí que pido ayuda a residencia. Las convocatorias voy a dejar o he dejado de solicitarlas porque ya no soy suficientemente joven para que me descubran y soy demasiado mayor y poco conocido para que comprendan que estoy consolidado. O sea si la pregunta era cómo lo hago con residencias y todo eso…Las acciones que he hecho han sido por amor al arte, vamos no ha habido nada, me pagaron algo por lo que hice en la Universidad Politécnica pero poca cosa.

 

¿En qué tipo de espacios sueles estrenar tus solos, en espacios institucionales, programaciones regulares, festivales, espacios independientes, ciclos?

Algún ciclo ha habido, en espacios independientes, alternativos y algún espacio medio institucional medio alternativo.

 

¿Experimentas alguna diferencia cuando estás solo en escena a cuando estás acompañado por otros/as intérpretes?

Cuando estoy solo en escena suelo tener más tranquilidad. Sí, porque lo tengo claro, no estoy pendiente de otras cosas. Cuando estoy con más gente y es mi trabajo estoy bastante tranquilo porque para mí confluye lo que pasa en el solo con lo que pasa con mas gente.

 

¿Crees que la relación entre el espectador y el intérprete o la intérprete es diferente cuando es un solo a cuando es una pieza de grupo?, ¿tú como espectador experimentas alguna diferencia cuando ves un solo o una pieza de grupo?

Sí, hay algo diferente pero tiene que ver con la tradición del solo porque el solo suele descubrir un mundo, entonces hay algo muy personal. Algo como que esa persona se desnuda, esta idea romántica de la que hablaba antes que yo la entiendo, pero cuando eso no sucede me parece más interesante. Cuando pienso que podría ser una pieza grupal o pienso que podría ser otra persona haciendo esa pieza, cuando lo que se plantea te interpela no porque sea la genuinidad de esa persona sino porque está tocando cosas sensibles que puede ser que vengan del mundo afectivo de esa persona, ahí si que me parece interesante. Me parece muy interesante cuando esa persona esta sola y me está interpelando de la misma manera que me puede interpelar un grupo de personas.

 

Esta es la última pregunta para cerrar ¿cuál es el motivo o los motivos por los que haces y has hecho solos?

Bueno creo que lo he contestado al principio. Hay una cuestión económica y todo eso pero también me da posibilidad de discutir conmigo mismo. Por eso decía antes que no me gusta que venga gente de fuera, yo ya tengo suficiente conmigo. Esa discusión conmigo mismo es conflictiva hasta cierto punto, tampoco me trato mal, pero sí que es cierto que me confronto a cómo sostener el deseo sin que el deseo intente conseguir nada. Tener deseo para que el deseo genere, no para realizar o completar algo. Pienso que hay cosas que entiendo que puedo plantear a través de este cuerpo que tengo yo, a través de la experiencia de mí realizando una cosa específica y que difícilmente eso es traducible en aconvoyar a otra gente. Cuando vas con más gente suceden otras cosas, pero trabajar solo te permite cierto tipo de concreción que se desarrolla y ya no es tan concreto. Hay cierto tipo de concreción porque tú ya te has puesto a prueba en relación a lo que vas a hacer. Es un poco extraño lo que estoy diciendo. Tu ya te confrontas a ti mismo en relación a como sostener ese deseo. Si buscas mostrar al mundo algo, puede ser horrible. Pero eso también puede pasar cuando haces cosas con gente. Hay un cierto tipo de confrontación que pones de manifiesto que difícilmente puede suceder si la planteas con más gente porque entrarías en otro tipo de negociación. Cuando negocias contigo mismo la concreción es mas accesible, depende de lo loco que estés, porque a veces puedes estar muy loco y aquello no tira para adelante. Hay algo que me parece práctico, sencillo, directo en el trabajo conmigo mismo, me da la posibilidad de ser caótico, inconstante o de tomarme las cosas con tranquilidad. Aunque cuando he dirigido a gente intento que sea agradable, lo otro me da un poco lo mismo, no me da lo mismo pero para mí es necesario que eso sé de así. Digamos que pongo la dinámica del solo en marcha también. Si no sucede lo que yo esperaba, ¿que estaba esperando?, no sé, será otra cosa. No sé, trabajar solo me parece práctico, fácil, como ser concreto. Tengo la capacidad de accionar, bueno me lo tengo que consultar a mí mismo, pero conociéndome me puedo decir: “No” o me puedo decir: “Sí” rápidamente.

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